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Sevilla FC
Hispalenses y quintanareños se citaron en el Estadio Alfonso Viller García para la primera ronda de Copa del Rey. La notable diferencia técnica y física acabó decidiendo un partido con momentos de duda para los visitantes.
Más igualdad que en el marcador
Los protagonistas saltaron al césped y, tras el pitido inicial, el balón echó a rodar. Como era de prever, el inicio del encuentro fue un asedio constante por parte del Sevilla FC, aunque sin llegadas muy claras. Los de Diego Alonso se obcecaron en el constante centro lateral, con nula aportación ofensiva por medio. Precisamente fue un balón desde la banda, colgado por Erik Lamela y perfilado por Óliver Torres, el causante del primer gol. Rafa Mir remató en el área pequeña y puso a los suyos por delante.
Tras el tanto, el Quintanar de la Orden se desvergonzó por completo. Los locales tiraron de descaro y pusieron en serios problemas a un Sevilla FC muy flojo en defensa. Nyland tuvo que salvar en varias ocasiones a los suyos, tras disparos de Castañeda o Ángel -tras un fallo de Nianzou-. Sin embargo, cuando el encuentro se encontraba más cerca del empate, una contra comandada por Fernando Reges acabó con el segundo gol subiendo al marcador. Youssef En-Nesyri la finalizó.
Sin tiempo para más, ambos equipos se fueron a vestuarios con la sensación de que la calidad en los últimos metros fue lo único que decidió la primera mitad.
Poco o nada
Regresaron los jugadores de uno y otro equipo para una segunda mitad en la que poco iba a pasar. El Sevilla FC comenzó atacando más que ninguna otra vez en el partido, poniendo contra las cuerdas al Quintanar de la Orden. Los locales podían hacer poco ante el aluvión ofensivo de los nervionenses, aunque sirvió cerrar filas y no recibieron ningún gol más.
Con el paso de los minutos, la intensidad del encuentro fue bajando, dando paso también a los cambios. Diego Alonso buscó -y encontró- el control del partido, con el regreso de Gattoni y Januzaj al césped. Erik Lamela tuvo la ocasión más clara de los nervionenses, pero no acabó entre los tres palos.
Ya en la recta final, hubo tiempo para ver el debut oficial de Darío Benavides (2003) con el primer equipo del Sevilla FC. Los nervionenses buscaron el tercero, pero lo hicieron de forma tímida y, consecuentemente, sin acierto ninguno. Aunque, justo antes de finalizar, un gran golpeo de Adrià Pedrosa hizo subir el tercero el marcador. El colegiado señaló el final de un partido que no tuvo segunda mitad, pero que en la primera brindó un buen espectáculo de fútbol.