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Sevilla FC
RC Celta de Vigo y Sevilla FC se citaron en Balaídos para un encuentro intensísimo hasta el último minuto. Lo jugado en el césped se trasladó a la polémica final, con lío con el VAR.
Estrés y fragilidad
Saltaron al césped los protagonistas y, tras el pitido inicial, el balón echó a rodar en Balaídos con el viento como invitado especial. El encuentro comenzó igualado, con Celta y Sevilla luchando por abrir la lata. Sin embargo, los nervionenses volvieron a hacer gala de su fragilidad ofensiva y defensiva. En su ratos de dominio, las ocasiones no llegaron y, en la primera que tuvieron los gallegos, el gol estuvo muy cerca. Un buen pase de Iago Aspas, tras un error muy claro de Soumaré, le cayó en las botas a Larsen que, tras una buena carrera, erró frente a Nyland.
El guardameta danés fue protagonista poquito tiempo después. Mingueza centró una falta sin peligro alguno, pero el invitado especial -el viento- la envenenó de tal forma que Nyland tuvo que hacer una gran estirada para mandarla al larguero y evitar el primero. El Celta se fue yendo al ataque poco a poco. Un minuto después de esa jugada, una falta lanzada por Iago Aspas fue a parar a la cabeza de Starfelt, quien, con un gran remate de cabeza, la mandó al fondo de las mallas.
Otra vez por detrás… y otra vez el nerviosismo. El Sevilla FC no logró construir jugadas claras de ataque y, pese a embotellar al Celta -más bien fue el propio equipo gallego el que lo logró-, el gol nunca estuvo cerca. Sin tiempo, ni recursos, para más, el colegiado señaló el final de la primera mitad con un resultado peligroso para los nervionenses.
Lío hasta el final
Regresaron los jugadores de ambos equipos al verde para una segunda parte con todo por decidir. El Celta entró mejor al encuentro, embotellando a los nervionenses por momentos y acercándose al segundo. Esta superioridad momentánea dio paso a un ida y vuelta constante, con el que llegaron más oportunidades. Mingueza tuvo una muy clara, tras una buena jugada combinativa de los suyos, aunque acabó disparando de forma muy desviada. Ocampos, por parte nervionense, remató un centro de Jesús Navas, pero Guaita la atrapó sin problemas.
El partido, eso sí, cambió con la expulsión de Renato Tapia. El centrocampista pecó de torpeza al entrar tan fuerte sobre Lukebakio en una zona que no tenía peligro, más aún siendo consciente de que tenía ya una cartulina amarilla. Tras ello, el Sevilla FC, lógicamente, comenzó a tener un mayor dominio. El empate no llegaba y Diego Alonso buscó soluciones en el banquillo: En-Nesyri y Suso al campo. Un tándem que le proporciona un extra en el juego aéreo para solucionar un enquistado partido. Eso sí, la respuesta del Celta fue feroz: tres ocasiones en la misma jugada, con Nyland como gran salvador y Larsen como gran señalado.
El Sevilla FC comenzó a coger ritmo gracias a las llegadas por banda derecha. Suso se convirtió en el máximo acaparador de balón en zona ofensiva, buscando constantemente el centro. Mediante uno de ellos llegó la mejor ocasión del partido. Rakitic lanzó un saque de esquina y En-Nesyri estrelló el esférico en el larguero, dejando una sensación de impotencia importante.
Cuando las esperanzas comenzaban a acabarse, Youssef En-Nesyri cazó un gol donde nadie lo vio. El Sevilla FC empató el encuentro y dejó una recta final muy interesante para el resultado final… o, al menos, eso parecía. Las últimas ocasiones de los nervionenses fueron para Ivan Rakitic, a quien le hizo un extraño el balón, y Pedrosa, que no pudo rematar un centro de Suso a puerta vacía. Todo se revolucionó en la última jugada, cuando Hernández Hernández señaló penalti de Navas, pero lo anuló tras verlo en el monitor con muchísima presión.
Sin tiempo para más, el colegiado señaló el final del encuentro con empate final.