Alavés 4-3 Sevilla FC: llamada a los fantasmas del pasado

José Manuel Rodríguez hace 8 meses 633
Erik Lamela se lamenta durante el Alavés-Sevilla. Foto: SFC Media

Los de Mendilibar cayeron derrotados claramente en Mendizorroza.

Babazorros y nervionenses se citaron en Mendizorroza para la segunda jornada liguera. Con cero puntos en ambos casilleros, la victoria era un premio que deberían haber querido los dos equipos, pero que solo uno mereció.

Inseguridad en las áreas

Los protagonistas saltaron al césped para batirse en duelo por los segundos ‘tres puntos’ de la temporada. Tanto Sevilla FC como Deportivo Alavés comenzaron el duelo demostrando que querían estrenar sus casilleros -ambos fueron derrotados en la primera jornada-, aunque la inestabilidad en el área de Dmitrovic se haría notar pronto.

Luis Rioja, echándose a su equipo a las espaldas, abrió la lata en el partido tras una muestra de la poca solidez defensiva nervionense. Poco a poco, tras el gol, el Sevilla FC reaccionó buscando más el arco rival… y así fue. En un saque de esquina -ya avisó Gudelj minutos antes-, Lamela remató en el segundo palo, con la fortuna que, tras tocar en Abqar, se colaría al fondo de la red. Tras este tanto, vuelta a comenzar en el encuentro: 1-1.

A los cuarenta minutos de partido, Erik Lamela volvería a ser protagonista. Una buena jugada de Suso con Lucas Ocampos, acabaría en los pies del argentino que, con calidad y delicadeza, la mandó a estrellar suavemente con la madera para convertir el segundo gol sevillista. Tras este tanto, ahora sí, todo hacía indicar que los nervionenses se marcharían por delante en el marcador a vestuarios, aunque nada más lejos de la realidad.

Un disparo lejano de Duarte volvió a señalar a un Marko Dmitrovic que, definitivamente, no estaba teniendo su día. Empate a dos y, ahora sí, descanso.

Pésimas sensaciones 

Regresaron ambos equipos al verde para el desenlace de la segunda jornada liguera. El encuentro se reanudó y las sensaciones del Sevilla FC, más que ser las misas, se empeoraron. La defensa siguió haciendo aguas y ahí fue cuando apareció Kike García. El ariete del Alavés hizo dos goles en cuatro minutos, teniendo sus compañeros, incluso, alguna ocasión para meter el quinto.

La primera media hora fue un desastre en el bando nervionense. Salieron al césped mucho menos intensos, se colocaron peor y, en definitiva, jugaron infinitamente por debajo del nivel del Alavés. Los locales supieron dominar el juego, apretando las tuercas a una defensa que dejó mucho que desear.

Ya en la recta final, el Sevilla FC dominó la posesión, pero no pudo crearle grandes ocasiones a un Alavés muy bien plantado. Con Óliver Torres sobre el césped mejoró su movilidad, aunque el marcador no se movió más... hasta que llegó Rafa Mir con un trallazo desde la banda izquierda. Pese a ello, se certificó la segunda derrota en LaLiga. Inicio que, inevitablemente, recuerda a los fantasmas de la temporada pasada.

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