Los hispalenses soñaron con ganar en el Signal Iduna Park gracias al gol de Nianzou, pero Bellingham deshizo las ilusiones; Marcao se sigue erigiendo como el lider en defensa que necesita Sampaoli.
Con sólo un punto en su casillero y después del empate a cero entre Copenhague y Manchester City, el Sevilla llegaba al Signal Iduna Park de Dortmund con la necesidad de ganar para mantener vivas sus opciones de continuar en competición europea.
Comenzó el Sevilla con mucha intensidad sobre el césped alemán, marcando los primeros compases de un encuentro que se presuponía intenso desde el inicio. En el minuto cinco, los de Sampaoli tuvieron la primera ocasión con un tiro desde el borde del área de Ivan Rakitic, que parecía muy desviado pero terminó casi rozando la madera del arco local. Volvió a intentarlo el croata pasados siete minutos con un zapatazo a la altura de penalti tras una buena asistencia de Navas, aunque su disparo tampoco encontró portería en esta ocasión.
Mientras Marcao daba una "masterclass" defensiva combinando liderazgo y dotes futbolísticas, Nianzou puso por delante al Sevilla en el minuto 18. Una falta, precisamente provocada sobre el zaguero brasileño, que centró Rakitic y remató el central francés casi desde el borde del área. La euforia estalló en los jugadores sevillistas, aunque poco a poco se fue diluyendo.
Como viene siendo costumbre, después de ponerse por delante, el Sevilla se replegó en defensa y las ocasiones rivales empezaron a llegar. Pese a su buen comienzo, Marcao perdió una bola con mucho peligro que por poco convierte Bellingham, aunque Bono estuvo atento para quitársela de la bota. Tras esto, salvó Nianzou un disparo desde el borde del área con Bono adelantado cuando tres jugadores del Dortmund se encontraban prácticamente solos ante el meta marroquí.
Sin embargo, poco más le duró el dominio al Sevilla. En su primer tiro a puerta, el Dortmund puso el empate a uno en el electrónico gracias a un remate de Bellingham que rebotó en Nianzou, desviando su trayectoria. Nada pudo hacer Bono para detener el disparo del inglés, que en el 41 estuvo a punto de hacer el segundo desde lejos.
Arrancó la segunda parte el Sevilla igual que la primera, intentándolo desde las bandas, con tres centros en los primeros cinco minutos que no encontraron rematador. Tras 15 minutos sin ocasiones, Sampaoli optó por dar entrada a Isco y Januzaj, este último disputando su segundo partido con la elástica blanquirroja.
Los cambios estuvieron a punto de surtir efecto inmediato, y en el 65 el belga tuvo una clarísima para poner por delante a los suyos que salió muy lejos del arco, aunque la acción estaba invalidada por fuera de juego. Sin embargo, fue Lamela en el 67 el que perdonó tras un saque de córner de Acuña que peinó Nianzou. El balón le cayó al argentino delante de la meta rival, que no tuvo distancia para rematar bien y Kobel le ganó la posición.
Con el partido avanzando en tonos grises, el Dortmund se hizo con el dominio de la bola, dejando impotente a un Sevilla que trató de darle velocidad al encuentro dando entrada a Telles. Los centros alemanes fueron ganando peligro, y Hummels cabeceó un córner que por poco destroza las esperanzas del Sevilla de seguir luchando por Europa.
Poco más ocurrió, salvo que Marcao se retiró con molestias, en un encuentro que finalizó dejando prácticamente muertas las esperanzas del Sevilla de avanzar a octavos de Champions. Sólo ganando los dos partidos restantes y viendo al Dortmund caer en los suyos pasaría de ronda un Sevilla al que se le ha visto una frescura que parecía ya olvidada.
Borussia Dortmund: Kobel, Meunier, Sule, Hummels, Rothe, Ozcan, Bellingham, Adeyemi, Brandt, Malen, Modeste, Guerreiro, Moukoko, Reyna, Hazard, Schlotterbeck.
Sevilla FC: Bono, Navas, Nianzou, Carmona, Marcao, Acuña, Gudelj, Rakitic, Suso, Lamela, En-Nesyri, Isco, Januzaj, Telles, Jordán, Montiel.
Goles: Nianzou (18), Bellingham (35).
Árbitro: Srdjan Jovanovic (serbio).