El centrocampista del Sevilla FC, que está disfrutando y no quiere que se acabe la temporada, es consciente de que van a sufrir en Turquía ante el Fenerbahçe pese al 2-0 logrado en Nervión.
Bryan Gil ha llegado en el mercado invernal y está demostrando que el Sevilla FC necesitaba su fútbol de desborde y su calidad. Acabó en el Sevilla pese a que pudo haber regresado en verano al Valencia: “En verano estuve cerca de irme al Valencia, por eso me ha dejado salir ahora. Fue todo muy rápido, aunque le dije a mi representante que hasta que no firmase, no me lo iba a creer. Después de lo que pasó con el Valencia en verano no me lo creería, porque en 24 horas hubo cambio radical, de un sí (a marcharse) a un no. En el Tottenham no todos son malos recuerdos. Irme a Londres me cambió la vida. Quería probarme en la Premier League y, aunque a Conte le gustan los jugadores más físicos, aprendí mucho con él. De hecho, él me ayudó para venir”, ha comentado en el programa ‘A Balón Parado’ de SFC Televisión.
Ahora disfruta en el Sevilla y está centrado ya en el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League ante el Fenerbahçe. Pese a los dos goles de ventaja, el barbateño no se fía: “Me han dicho que será complicado. Tenemos que aprovechar esa ventaja, aunque será complicado aun yendo 2-0. Tenemos un partido importantísimo el jueves. Ellos apretarán mucho e irán con la mentalidad de marcar pronto. Hay que salir a ganar y no a aguantar el resultado”.
Europa se presenta como una ilusión, porque el equipo se crece en ‘su’ competición, pero también como un desgaste físico y mental para una plantilla muy corta y que arrastra muchos problemas con lesiones y sanciones. De momento, el Sevilla sigue vivo en la Europa League y el triunfo ante el Almería, en el que Bryan Gil fue protagonista con una asistencia de gol a Lamela en el tanto que supuso el triunfo, ha supuesto un respiro en el vestuario: "El mérito es de Lamela que remata muy bien de cabeza. Tengo a un chico que me manda las imágenes recortadas con lo que puedo mejorar y las veo por la noche porque después del partido me cuesta dormir. Sientes alegría, un poco de liberación por toda la presión que teníamos. Nos jugamos la vida en cada partido y se vio en el campo las ganas y la ilusión que tenía el equipo. La afición apretó de una forma increíble y nos lo merecíamos".
En principio, su cesión acaba en verano y tendrá que volver al Tottenham, un regreso en el que ahora no quiere pensar porque está centrado en rendir en el Sevilla: “Pienso que el verano está ahí y que se acaba la temporada, y no quiero que termine. Tenemos demasiado ocupada la cabeza con la situación como para pensar en el verano. Hablé en su día con Sampaoli y la verdad es que bien. Me gusta mucho esa filosofía de vida con la que también te contagia”.
“No acabo de asimilar, por ejemplo, el jugar junto a Jesús Navas. En el vestuario estoy cerca de Acuña, de Óliver, de Montiel y de Lamela. He probado el mate y no me disgusta. El Sevilla es el club que me lo ha dado todo. Al final, quieras o no te haces de este club y es un orgullo para mí y para toda mi familia. Recuerdo que en el debut teníamos vacaciones y me llamó Paco Gallardo para decirme que igual iba con el primer equipo. Sentí muchos nervios, no sabía qué hacer y encima el primer día me puso. Mis padres estaban muy emocionados, y mi abuelo, que en paz descanse. Con mi primer sueldo ayudé a mis padres. Les dije que ganase más o ganase menos, siempre les iba a ayudar”, ha comentado Bryan respecto al Sevilla, su familia y sus inicios en Nervión.
No ha sido fácil su camino hasta llegar a la élite. Bryan fue cedido primero al Leganés y después al Eibar antes de llegar al Tottenham: “Me vinieron bien las cesiones. Comprendí que a veces puedes jugar o no, pero a mi edad lo importante es hacerlo. En la élite todo el mundo tiene talento, pero la confianza que te la dan los partidos es lo que marca la diferencia. En Leganés empecé sin jugar, estábamos en una posición complicada. Me pilló el confinamiento allí solo, con dos amigos de allí. No lo pasé mal, me llevaba todo el día jugando a la play (se ríe). También le estoy muy agradecido a Mendilibar, que confió mucho en mí en mi etapa en el Eibar”.