Lo decíamos ayer mismo. Un gigante como el FC Barcelona tiene mil maneras distintas de generar millones de euros. Y encontró ayer las que esperaba en una Asamblea Extraordinaria telemática que aprobó la venta de activos de la entidad que le permiten sanear las cuentas ingresando “un mínimo de 600 millones de euros”, entre 700 y 800 millones, para sanear la deuda y poder ir al mercado con músculo financiero para intentar fichar, entre otros, al central del Sevilla FC, Jules Koundé.
El balón de oxígeno va a llegar a las arcas del Barça, concretamente, gracias a la venta de una participación minoritaria, el 49.9%, de BLM (Barça Licensing & Merchandising) -la sociedad que gestiona las tiendas del club, la venta online y a mayoristas y los productos bajo licencia-, así como la cesión a uno o más socios inversores del 25% los derechos televisivos de los próximos 25 años. Ambas operaciones se tienen que cerrar el próximo 30 de junio.
Con esa inyección, el Barça ya podrá inscribir a Christensen y Kessié, los dos primeros fichajes cerrados que estaban a la espera de que el club tuviera margen económico para poder ser inscritos.
Además, podrá afrontar la incorporación de algunos de sus principales objetivos. Para la defensa, Xavi Hernández le ha pedido el fichaje de Koundé y éste, que tiene un acuerdo con el Chelsea y que iba camino de la Premier, le ha pedido al Sevilla que priorice la opción del conjunto catalán.
Lewandowski, Azpilicueta, Marcos Alonso, Bernardo Silva y Raphinha son los otros nombres que están encima de la mesa de Laporta, que ahora sí va a disponer de liquidez para satisfacer a su entrenador en la idea de construir un Barça aún más competitivo.