El brillo con el que arribó Alejandro Darío Gómez (34) al Sevilla FC en enero de 2021 se ha ido apagando paulatinamente. Ya nadie quiere bailar como el Papu, porque ni siquiera él parece tener ya mucho ritmo... Al menos, para mostrarlo en Nervión. Porque el argentino reconoció recientemente que el Mundial pesaba más que nada en su cabeza, siendo ése, seguramente, el principio del fin.
La gota que ha colmado el vaso es que, extrañamente, no estuviese disponible para Jorge Sampaoli en el último partido previo a la cita de Catar, ante la Real Sociedad, y que, para más inri, se marchase del estadio durante la primera parte, estando sus compañeros en inferioridad -tanto en número de futbolistas como en el marcador-, tal y como desveló El Desmarque.
Así las cosas, y teniendo en cuenta tanto su predisposición, como su pobre rendimiento, su elevadísimo salario, su edad (cumplirá 35 en febrero) y la necesidad de liberar fichas para poder hacer una pequeña revolución en la plantilla en el mercado de invierno, el Papu queda como uno de los principales candidatos para abandonar Nervión durante las próximas semanas.
En contra, que sería complicado rescindirle (dado que tiene contrato hasta junio de 2024), que es ya muy veterano y que tiene un fuerte carácter, el cual le acarreó ya problemas en el Atalanta; a favor, su nombre, el buen cartel que aún conserva en Italia y que estará en un escaparate sin parangón: la Copa del Mundo de Catar. Sacarle, en cualquier caso, resultará perentorio. Dolberg, Januzaj o Delaney, otros firmes candidatos de Monchi. Sampaoli espera.