El Sevilla FC evidencia sus carencias en el peor momento (0-2)
Los gerundenses se impusieron gracias a los goles de Iván Martín y Abel Ruiz de penalti, dejando claro que a los sevillistas les queda mucho por mejorar en ambas áreas.
Los gerundenses se impusieron gracias a los goles de Iván Martín y Abel Ruiz de penalti, dejando claro que a los sevillistas les queda mucho por mejorar en ambas áreas.
El momento menos idóneo para firmar su peor partido. El Sevilla FC se marcha al parón de selecciones tras caer derrotado ante el Girona por 0-2. A pesar de tener buenos minutos como en otros encuentros, el paso por vestuarios le desdibujó por completo. Perder el control del juego es un pecado en la idea de García Pimienta, pero hacerlo contra un equipo de Michel lo convierte en mortal. El conjunto de la capital andaluza afrontará esta semana sin posibilidad de redimirse con solo dos puntos y en puestos de descenso.
Los hispalenses llegaban al encuentro con la necesidad de sumar los tres primeros puntos de la temporada. Además, presentaban varias bajas de peso como la de Saúl Ñíguez y Ocampos. Por si fuera poco, los gerundenses se habían convertido en la bestia negra reciente de los blanquirrojos, con cinco victorias en los últimos cinco enfrentamientos.
García Pimienta apostó por Valentín Barco de inicio. A diferencia de Pedrosa, Barco se colocaba como interior en ataque, dejando toda la banda para Ejuke. Poco le importó que fuera su debut como sevillista. El argentino fue uno de los más activos y asumió galones desde el principio. Ya en el minuto 5 se apropió de una falta en la frontal, que estrelló en la barrera al intentar tirarla por abajo.
El Sevilla FC empezó con más intensidad y siendo verticales. Los de Nervión tuvieron más de un contraataque claro, pero la falta de efectividad volvió a hacerse presente. La mejor oportunidad antes de la pausa de hidratación llegó desde las botas de Isaac Romero tras una gran acción de Barco. El lateral se la cedió en la frontal tras un buen regate y el lebrijano probó un tiro raso que se marchó desviado por poco.
Hasta que una vez más se repitió la historia. El Girona que apenas se había acercado al área de Nyland encontró el gol en una acción que pilló desarbolada a la defensa sevillista. Miguel Gutiérrez rompió a la zaga con un desmarque hasta línea de fondo, donde puso un centro atrás para que Iván Martín solo tuviera que empujarla.
La reacción fue buena antes del descanso. Los blanquirrojos tuvieron dos ocasiones para empatar, pero se encontraron con el fuera de juego y un gran Gazzaniga. En la primera jugada tras el gol llegó la réplica de Ejuke. El nigeriano superó al portero en un mano a mano, pero el linier levantó la bandera indicando la posición antirreglamentaria. Lukébakio protagonizó la última antes de irse a vestuarios con un tiro cruzado que se encontró con una gran estirada del argentino.
En la segunda parte, el Sevilla FC siguió buscando el empate, pero perdió el control del partido. La falta de un organizador en el centro del campo hizo a los de Pimienta ir únicamente a la velocidad que marcaban sus extremos. Ejuke y Lukébakio ya empezaban a estar más cansados y se notó en su toma de decisiones. El belga volvió a gozar de una ocasión clara desde dentro del área, pero su lanzamiento salió manso a las manos de Gazzaniga.
García Pimienta empezó a mover ficha en busca de revertir la situación. El técnico catalán volvió a hacer el cambio de Navas por Lukébakio y probó por primera vez a Peque por detrás del punta, ocupando el sitio de Juanlu. No le dio tiempo a cambiar la dinámica cuando llegó un nuevo varapalo. Un disparo de Alejandro Francés impactó en la mano de Isaac Romero y tras mediación del VAR, Sánchez Martínez señaló penalti. Abel Ruiz no se puso nervioso y transformó el lanzamiento desde los 11 metros.
La pendiente ya era demasiado empinada incluso para el club del “nunca se rinde”. El entrenador sevillista buscó nuevas soluciones introduciendo a Sow e Idumbo, que debutaba en partido oficial con el primer equipo, por Agoumé y Jose Ángel Carmona. Ejuke fue prácticamente el único que lo siguió intentando. El nigeriano no paró de desbordar e incluso se atrevió con un disparo lejano que se volvió a estrellar con un Gazzaniga, que acabó el partido con cinco paradas.