José María Del Nido acusa al Consejo de Administración del “deterioro financiero de más de 92 millones de euros”

Mario Míjenz García 134
José María del Nido Benavente, en una foto de archivo. EFE/ David Arjona

El máximo accionista del Sevilla FC, el expresidente José María Del Nido Benavente, ha lanzado un comunicado en el que achaca la grave situación a José Castro Carmona, actual presidente de la entidad rojiblanca, así como de no cumplir el “Pacto de estabilidad” o la resolución del último juicio semanas atrás.

La guerra del por el poder del Sevilla FC sigue abierta entre José Castro Carmona y José María Del Nido Benavente. El expresidente de la entidad rojiblanca ha lanzado este mediodía un comunicado alegando la “desastrosa gestión económica” del actual Consejo de Administración. Asimismo, Del Nido también ha tratado la crisis institucional y la negativa de voto la pasada JGA en el mes de diciembre de 2022. No obstante, el expresidente, pese a perder el último juicio semanas atrás para poder ejercer el derecho a voto en una nueva junta general extraordinaria, ha asegurado que mantendrá sus “reclamaciones en los Tribunales, porque son justas y legítimas y, vista la situación, son también obligadas”. 

Comunicado de José María Del Nido Benavente

“No sólo ha sido reprobada por la mayoría del capital en la última Junta General de Accionistas celebrada a finales del pasado mes de diciembre, sino que la misma mayoría votó a favor de su cese, no adoptándose el acuerdo por la ilícita maniobra del Sr. Castro Carmona de impedir injustificadamente el voto de más de 30.000 acciones, de forma y manera que, de haberse permitido, todos los miembros del Consejo de Administración se encontrarían destituidos.

Como accionista mayoritario del Sevilla FC, al ser propietario a título personal de prácticamente el 25 por ciento del capital social y contar con el apoyo de familiares, amigos y otros socios afines que me permiten controlar la mayoría del capital de la entidad, es inconcebible que se tache de ambiciosa una aspiración, que no obsesión, como la de expulsar del órgano de gobierno de aquella a quienes la están llevando a la ruina a pasos agigantados. Esta aspiración no sólo es legítima y lícita por venir amparada por la mayoría del capital social, sino que es incluso obligada por la desastrosa situación.

Se han generado pérdidas objetivas en el ejercicio 2021/2022 de alrededor de 25 millones de euros, que abundan en la desastrosa gestión económica del ejercicio anterior 2020/21, en el que el mismo Consejo de Administración perdió 41,4 millones de euros, de manera que, en los dos últimos ejercicios sociales, que han sido los de mayores ingresos de la historia del SFC (186 millones de euros en la temporada 2021/22 y 170 millones de euros en la temporada 2020/21), se han generado 66 millones de euros de pérdidas, que han supuesto la desaparición de 2/3 del patrimonio neto de la Compañía.

Incremento de los gastos operativos ha sido en los últimos cuatro años, de 46 a 70 millones de euros, es decir un 50% más. Es descomunal, pues ha pasado de tener un saldo positivo en bancos de más de 52 millones de euros en la temporada 2019/20, a un saldo negativo de más de 5 millones de euros en la temporada 2020/2021, y a un saldo negativo de más de 40 millones de euros en la campaña 2021/2022. Es decir, un deterioro financiero de más de 92 millones de euros.

Todo ello se une que, como es público y notorio, el actual Consejo de Administración ha llevado a la entidad a un conocido deterioro institucional, a la devaluación significativa de la plantilla deportiva del primer equipo -su valoración es de 180 millones de euros menos que el año anterior, según la prensa especializada-, a la falta de liderazgo en el mundo del fútbol siquiera nacional y a que rivales que estaban a una distancia sideral compitan hoy día a un nivel muy superior al del primer equipo. En 2020 fui víctima de un engaño derivado de la suscripción de un pacto de supuesta estabilidad, que contemplaba unas retribuciones para los dos máximos directivos del Sevilla.

En realidad, en los tres años que lleva de vigencia dicho pacto, se han visto injustificadamente incrementadas en un 50%, según ha certificado el propio club hace pocos días. Desde entonces, no he sido yo quien ha judicializado al Sevilla Fútbol Club, sino que primero fueron D. José Castro Carmona y sus socios quienes me demandaron para exigir el cumplimiento de ese pacto de supuesta estabilidad por ellos incumplido, originando un procedimiento en el que obtuvieron unas injustas medidas cautelares, revocadas por tal motivo por la Audiencia Provincial de Sevilla.

Después, fueron nuevamente el Sr. Castro Carmona y sus socios los que me demandaron por incumplir supuestamente el referido pacto de estabilidad que ellos mismos habían incumplido previamente, siéndome reclamada la nada despreciable cantidad de 30 millones de euros como penalización, encontrándose este pleito en tramitación en la actualidad. El acceso a la Justicia es un derecho fundamental que debe garantizarse en cualquier sociedad democrática, participativa e igualitaria. Es el derecho que tienen todas las personas a utilizar las herramientas y mecanismos legales para que se les reconozcan y protejan sus derechos.

El ejercicio del derecho de voto no a un socio cualquiera, sino al socio mayoritario que, con su acciones, controla la mayoría del capital social; todo ello con la idea de perpetuarse en el gobierno de un Club cuyos socios le han reprobado explícitamente y acordado su destitución. Ocupa sin ninguna legitimación, percibiendo además por ello una altísima retribución que no sólo no ha dejado de percibir a pesar de que su gestión ha provocado descomunales y multimillonarias pérdidas.

Por mucho que le pese al Sr. Castro Carmona, mantendré mis reclamaciones en los Tribunales, porque son justas y legítimas y, vista la situación, son también obligadas. Que algunas de las medidas cautelares que hasta el momento he solicitado no hayan resultado acogidas no desvirtúan mi absoluta confianza en que los Tribunales resolverán los pleitos a mi favor. Otro juicio, que es el de la gestión institucional y económica del Sevilla Fútbol Club, ya fue sentenciado por los accionistas en la última Junta General, reprobando la gestión social, rechazando aprobar las cuentas anuales y apoyando la mayoría del capital social la destitución del Consejo de Administración. Por último, el juicio sobre la gestión deportiva se viene celebrando desde hace tiempo en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, donde jornada a jornada se corea por la afición el grito de '¡Pepe Castro, dimisión!”

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