El extremo del Sevilla FC, Erik Lamela, que vuelve a un estadio -el Etihad Stadium- en el que ya jugó con el Tottenham, entiende “completamente que la afición no esté contenta” con un equipo en puestos de descenso y espera aprovechar el partido ante el City para “demostrar que podemos competir ante estos equipos”.
Competir en la UEFA Champions League ha sido siempre el sueño de cualquier jugador de fútbol. Participar en una de las competiciones más exigentes del mundo es un reto maravilloso y pone a los futbolistas en un extraordinario escaparate. Para el Sevilla FC, sin embargo, se ha convertido en esta temporada en un calvario. Dos goleadas ante equipos como el Manchester City y el Borussia Dortmund han dejado al conjunto de Nervión un sabor amargo. Al menos, ha logrado clasificarse para la Europa League. Pero cierra la sexta y última jornada de la fase de grupos sin nada en juego. Un partido intrascendente que, sin embargo, tratarán de aprovechar los de Sampaoli para mejorar el juego colectivo y para preparar el trascendental derbi del próximo domingo.
Para Erik Lamela no es, pese a que no haya nada en juego, un partido más. Vuelve a un estadio en el que ya ha jugado con el Tottenham: “Tuve la experiencia de jugar en este lindo estadio. Me siento bien, tratando de dar el máximo para el equipo y trabajando duro”, ha comentado el extremo argentino, quien ha reconocido que “en el vestuario nadie está contento con esta situación, a nadie le gusta estar en este momento. Pero somos un gran grupo y estamos trabajando duro para revertir como hombres esta situación. Es lógico que la afición no esté contenta, los entendemos completamente y estamos trabajando durísimo día a día para que en un futuro cercano estemos celebrando diferentes cosas”.
Al igual que Sampaoli, Lamela entiende que el encuentro ante el Manchester City puede servir para preparar lo que queda antes de que llegue el Mundial: “Cada partido es una oportunidad y el de este miércoles lo es para ajustar en lo que fallamos y lo que hacemos bien. Una buena prueba para enfrentarnos a un buen equipo y tratar de hacer las cosas bien”.
La Champions, además, es motivación más que suficiente para cualquier jugador: “De chiquito como jugador quién no soñó con jugar un partido de Champions League, aunque no nos juguemos nada. Es un gran partido y una gran oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos que podemos competir ante estos equipos”.