Otro partido espeso en ataque de un Sevilla que fue incapaz de superar al Mallorca. Al menos, en esta ocasión mantuvo la portería a cero gracias, otra vez, a una extraordinaria parada de Bono. El meta internacional marroquí y el Papu, la fuente que regó el fútbol del Sevilla durante casi todo el partido, fueron los mejores de un equipo ahogado en su ansiedad
Así jugaron los futbolistas del Sevilla FC contra el Mallorca:
Bono (8): Notable. Con muy poco que hacer durante muchas fases del partido, evitó un gol cantado en un remate de Muriqi al borde del área pequeña. Envió milagrosamente a córner una acción que pudo aumentar el drama en el que vive el Sevilla.
Jesús Navas (6): Bien. Fue de menos a más. Le costó en el arranque ayudar a sus compañeros a sacar el balón jugado y apenas tuvo protagonismo en ataque por su banda. Se fue entonando y sacó algunos de sus latigazos al área. Ninguno encontró rematador. Tuvo que ser sustituido por Ocampos, Tecatito ocupó su ubicación, por unas molestias en el gemelo de su pierna derecha.
Koundé (6): Bien. No obtiene el notable porque un despiste en una salida de balón en la que comprometió a Diego Carlos le pudo costar carísimo a su equipo. Se incorporó con frecuencia al ataque, con alguna salida limpia de balón, y lo hizo con acierto y con peligro. Tuvo una ocasión de gol en la que se pidió penalti de Battaglia. No lo fue. El jugador del Mallorca tenía las manos pegadas al cuerpo.
Diego Carlos (7): Notable. Muy seguro atrás, imponiendo su físico tanto cuando se suma al ataque (tuvo un remate de cabeza al filo del descanso que se le marchó alto) como cuando defiende. No hizo penalti a Kubo. El japonés, simplemente, chocó contra el muro. Su imponente físico hizo que Hernández Hernández pitara falta en una acción en la que robó limpiamente el balón.
Acuña (5): Aprobado. No es, ni de cerca, el Acuña que fue. Sobre todo, mentalmente. No puede salirse absurdamente de los partidos. En vez de ir al salto en un par de balones divididos, desequilibró al rival en vez de buscar el balón. La segunda acción de ese tipo le supuso la cartulina amarilla. Descentrado en fases, tuvo alguna arrancada de mérito y algunos pases, en el primer tiempo, con bastante precisión. Un disparo alto fue el fiel reflejo de su desesperación.
Gudelj (6): Bien. Compararle con Fernando como hombre destinado a dar equilibrio defensivo al equipo es condenarle a un suspenso seguro. No se le puede exigir creación y, al menos, puso mucha casta en la resta, algo que siempre agradece el aficionado en el Sánchez-Pizjuán. Supo ocupar espacios para evitar que el Mallorca hiciera más daño y se ofreció voluntariosamente para sacar el balón cuando el Papu y Joan Jordan adelantaban posiciones. Rakitic ocupó su puesto en la recta final, a la que llegó con tarjeta amarilla.
Joan Jordán (4): Suspenso. Otro, como Acuña, que está lejos del rendimiento que de él se espera. Comenzó con bríos e incluso se quiso sumar en ataque, con un pésimo disparo altísimo y desviado, y una incursión en el área en el arranque que acabó en córner. Después, toques horizontales sin trascendencia. Uno de los seis amonestados del Sevilla. La tarjeta hizo que Lopetegui evitara riesgos y le sustituyera por Delaney en el primer doble cambio al que recurrió el técnico (en el mismo minuto 55’ entró En-Nesyri por Rafa Mir).
Papu Gómez (8): Notable alto. Junto con Bono, decisivo con su parada, el mejor del equipo, pese a que tuvo un grave error que le pudo costar caro al Sevilla (una pérdida de balón que acabó con Battaglia disparando a las manos de Bono). Se perdió a la media hora de partido, adelantando en exceso su posición, pero volvió a aparecer antes del descanso para ser el generador de fútbol del Sevilla. Además, estuvo generoso en el esfuerzo y evitó en el descuento que Maffeo se quedara, tras sortear a Acuña, solo ante Bono. Lástima que sus pases (algunos geniales, como el que dio para asistir a Martial o a Delaney en la parte final) nunca acabaran en gol.
Erik Lamela (4): Suspenso. Tiene la velocidad y el desborde que necesita el Sevilla. De hecho, se le intuye. Pero pocas veces apareció ante el Mallorca. Para colmo, no tuvo la sangre fría para evitar una dura entrada que le costó la amarilla y que le impedirá jugar en el Wanda Metropolitano ante un Atlético de Madrid que ya ha superado al Sevilla tras su triunfo ante el Elche.
Tecatito Corona (5): Arpobado. Estuvo muy cerca del nivel de Lamela, a punto del suspenso. Aprueba porque al menos pone sobre el campo muchísima actitud. No se puso de gol ni encontró la forma de asistir (tan solo un centro demasiado ajustado y largo, que no encontró rematador, en la primera mitad). Debe ser más determinante.
Rafa Mir (6): Bien. Estuvo a punto de marcar el gol que necesitaba el Sevilla. Primero en un cabezazo que se marchó fuera y que quedó invalidado por fuera de juego. Después, en un córner botado por el Papu en el que ganó la acción a su marcador y obligó a Salva Sevilla a sacar el balón bajo palos. Se ofreció constantemente y ayudó en la elaboración en ataque, pero es muy difícil jugar siempre de espaldas y en la fase en la que el Sevilla buscó menos centros al área (intensificó su dominio en la segunda mitad).
Delaney (5): Aprobado. Pudo ser uno de los castigados por Lopetegui (junto a Rakitic y En-Nesyri) después del mal partido del equipo ante el Villarreal. Sustituyó al amonestado Jordán y salió con ganas. Se dejó el alma para conectar un centro del Papu. Su remate acabó en la parte alta de la red defendida por Manolo Reina.
En-Nesyri (6): Bien. Con los pies no hay que pedirle ni exigirle porque no tiene la calidad técnica suficiente para aguantar el balón ni para fabricarse solo una ocasión de gol. Ahora bien, demostró que es un portento físico, con un salto impresionante y que tiene condiciones de gran rematador. Un cabezazo suyo no encontró puerta porque tocó antes el balón en la cabeza de un defensor y se fue a córner, y en la última acción del partido cabeceó un balón que no fue gol porque lo evitó la mano milagrosa de Manolo Reina.
Ocampos (4): Suspenso. Todo lo hace de forma precipitada. Intenta desbordar a las bravas y tal vez si no hubiera exagerado su caída en la acción en la que le hacen penalti, Hernández Hernández lo habría pitado. El Sevilla echa muchísimo de menos a uno de los futbolistas con mayor potencial de la plantilla y que sigue muy lejos del rendimiento que puede ofrecer.
Martial (3): Suspenso. Era el día para sorprender y dar una alegría a la afición con la que intentar tapar tantas voces críticas, con razón, por tan bajo rendimiento. Perdió un balón que acabó en un contragolpe del Mallorca que desactivó el Papu, y no hizo lo más mínimo por tratar de recuperarlo. Intrascendente. Ni pincha ni corta.
Rakitic (3): Suspenso. Es un poco injusto suspenderle, y con tan poca nota, con tan pocos minutos sobre el terreno de juego. Pero su aportación fue nula. No tuvo el protagonismo que de él se espera y, seguramente, tampoco está en condiciones de darle el alto ritmo al fútbol que necesita el Sevilla para sorprender en ataque.
Lopetegui (4): Suspenso. No da con la tecla. Da la impresión que el nerviosismo con el que se le ve en el terreno de juego se lo traslada a un equipo que se ahoga en la ansiedad de lograr los puntos necesarios para certificar la clasificación para la UEFA Champions League. Movió el once y dejó recursos ofensivos para una segunda parte en la que el Sevilla sí imprimió la intensidad necesaria para acorralar a su rival. Con el potencial que tiene el plantel, el Sevilla tendría que haber superado a un Mallorca en descenso que venía de encajar un 2-6 ante el Granada. Aun logrando la clasificación para la Champions, todo apunta a fin de ciclo.