Si alguna de las últimas ocasiones del RCD Espanyol llega a ir para adentro, Julen Lopetegui sería hoy historia en Nervión. Ya no por empatar fuera de casa, sino porque tirar a la basura un 0-3 en el 45' habría sido imperdonable. Y, seguramente, no acabó ganando gracias a su pericia a la hora de leer partidos o hacer cambios, porque nunca mejora al equipo desde el banquillo con sus decisiones, mucho más impulsivas que analíticas, sino porque el conjunto perico es uno de los peores de LaLiga en este arranque liguero, junto con Cádiz CF, Getafe CF, Elche CF... y el propio Sevilla FC.
Ahora bien, los puntos de inflexión son así. igual que no se toca fondo de buenas a primeras, tampoco se vuelve a ser un conjunto fiable de un día para otro. En el RCD Stadium, el Sevilla FC dejó motivos para la esperanza, pero también otros que invitan a pensar que, con Lopetegui al frente, al equipo no le dará en este campeonato ni para la Conference.
El vasco fue valiente en el inicio, apostando por dos canteranos en la defensa (¡Qué buena pinta tiene José Ángel!). Si hubiese salido igual en el segundo acto... Con un 1-3 y ante un rival penoso, sin embargo, volvió a la andadas: echó al equipo atrás, gastó cuatro de los cinco cambios en meter a defensas, dejó a Lamela aun viéndose claramente que iba ser expulsado, mantuvo a un -espectacular- Isco que ya se arrastraba por el campo... y los locales no empataron de milagro.
No se le puede negar que está tocando cosas, que traer a Isco ha sido un acierto ni que meter piernas frescas se nota, para bien, pero no cometa el error de lanzar las campanas al vuelo: si Lopetegui no mantiene lo bueno y sigue mejorando lo malo, que es aún es mucho, de lo Barcelona únicamente será pan para hoy.
Monchi, por cierto, reza para que lo haga: lo que hay en el mercado (Marcelino, Sampaoli, Gallardo...) no le convence y eso hace que esté redoblando su confianza en Lopetegui. Mejor que el vasco siga enderezando el rumbo. Está claro, además, que los jugadores están con él, tras lo visto ante el Espanyol, y eso es mucho.