Magdeburg 3-1 Sevilla: 19 días para mejorar

Bartolomé Franco Rodríguez 364
Ocampos tras fallar el penalti frente al Magdeburg Foto: Sevilla FC

El equipo de Nervión volvió a caer frente a un equipo de la segunda división alemana. La imagen mostrada en ataque fue mejor que ayer pero las lagunas defensivas no se disiparon. Por suerte para los de Mendilibar aún quedan más de dos semanas y media para el arranque de la temporada frente al Valencia. Tiempo suficiente para corregir los fallos y traer a nuevos refuerzos en el mercado.

El Sevilla FC afrontó su segundo amistoso en menos de 24 horas. Tras la derrota frente a Hansa Rostock tenía una nueva oportunidad para marcharse de Alemania con buen sabor de boca. Pero el partido volvió a ser gris, con la mayoría de jugadores lejos de su mejor nivel.

Defensa de cristal

El conjunto hispalense entró al partido más metido que ayer. La presencia de Ocampos sobre el césped le dio mayor intensidad. Al argentino le da igual que esté en pretemporada o jugando la Europa League, él sólo tiene una premisa: los esfuerzos no se negocian. A pesar de esa insistencia, se le vio erróneo en la toma de decisiones como al resto de sus compañeros. Aunque tenían bien controlado al rival, los errores en campo contrario acabaron trasladándose también al área propia. Un centro alemán que no iba a ninguna parte fue cabeceado por Manu Bueno que dejó el balón muerto en los pies de Schuler para que batiese a un lento Dmitrovic en la salida. 

Tercer partido consecutivo en el que los de Mendilibar comenzaban por detrás en el marcador. A diferencia de los partidos anteriores, la reacción no tardó en llegar acompañada eso sí con una pizca de suerte. Ocampos puso un buen centro que no remató ningún sevillista pero quien sí lo hizo fue Schuler. El autor del gol local vio como volvió a meter el balón en la red, pero esta vez en la equivocada. Esta pizca de fortuna ayudó al Sevilla a poner una marcha más. Los acercamientos a la meta de Reimann empezaron a ser continuados en el tiempo. El más claro por parte de Pedrosa que se coló casi hasta el área pequeña pero su tiro lo sacó un defensor cuando ya había superado al guardameta. 

El final de la primera mitad no fue color de rosa para el Sevilla que recibió un mazazo antes de irse a los vestuarios. Dos veces llegaron los alemanes y en ambas batieron a Dmitrovic. La primera con un remate de Bell tras un centro que pilló mal colocada al serbio que no pudo llegar al remate. El tercer gol llegó de las botas de Atik con un disparo lejano que entró por la escuadra haciendo imposible la estirada del guardameta sevillista. El bombardeo de malas noticias para los de Mendilibar no acabó ahí. Pedro Ortiz se tuvo que retirar tras sentir unas molestias musculares 

Un quiero y no puedo

La segunda mitad comenzó con el cambio obligado por la lesión del balear. Juanlu entró en su lugar, desplazando a Montiel al centro de la zaga. El Sevilla salió centrado en marcar un gol lo antes posible, pero en ese empeño en batir la meta rival dejó desprotegida aún más si cabe la suya propia. El Magdeburg identificó bien los espacios y comenzó a crear peligro a la contra. Ceka fue quien estuvo más cerca de poner el cuarto gol pero esta vez Dmitrovic sí consiguió hacerse grande y repeler la internada rival. 

Mendilibar siguió moviendo el banquillo buscando recuperar el orden atrás. Para ello sustituyó a Pedrosa, que había sido de los mejores en ataque pero en defensa había cometido varios errores, dando entrada a Acuña. Isaac Romero, Rafa Mir e Ivan Rakitic también saltaron al campo en sustitución de Óscar Rodríguez, Iván Romero y Joan Jordán. El delantero murciano salió algo más enchufado que en otras ocasiones y en el primer balón que tocó en el área provocó un penalti. Pero cuando las cosas se empeñan en ir mal no hay quien las solucione. Ocampos fue el encargado de acometer la pena máxima, después de discutir con Mir, que pidió tirarlo pero el argentino no se lo cedió. El lanzamiento fue una clara imagen del partido sevillista, raso y sin intensidad, fácil para que lo atrapase Reimann. 

Así acabó la pretemporada del Sevilla en Alemania que ha dejado muchas más sombras que luces. Ahora la mente de los de Nervión no puede dejar de estar puesta en otra cosa que no sea recuperar el ritmo con el que acabó la temporada. Su próxima prueba será el 31 de julio frente al Crystal Palace.

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