Han pasado casi 14 años desde la última vez que el Sevilla salió airoso del Santiago Bernabéu. El 7 de diciembre de 2008, Adriano, Kanouté, Romaric y Renato certificaron la victoria del cuadro andaluz ante el Real Madrid, que se vio derrotado en su casa por 3-4. Aquel equipo estaba dirigido por un Manolo Jiménez que, desde Abu Dhabi, ha realizado una radiografía de la situación actual de su antiguo club ante los micrófonos de Canal Sur Radio.
Cuestionado sobre el partido mencionado, el de El Arahal aseguró que guarda "un grato recuerdo, porque esa temporada se ganó en campos muy difíciles, por eso quedamos terceros, porque se hicieron las cosas bien". Pese a esto, recuerda con angustia que "en el Bernabéu los minutos no pasan cuando vas ganando. Fue un partido de toma y daca, parecía más de tenis".
Nadie ha conseguido igualar la hazaña del entrenador hispalense, ni siquiera un Julen Lopetegui que terminó su etapa en Nervión con más detractores que defensores. Sin embargo, su homólogo lo defendió alegando que "Lopetegui se ganó la confianza de la entidad en cuanto al resultado del equipo. Todos tenemos un parecer y para gustos los colores. A todo el mundo no nos gusta lo mismo, pero con Lopetegui todo el mundo coincidirá en que hizo unos números increíbles".
Jiménez también quiso echar un capote al vasco recordando que "la columna vertebral del Sevilla se rompió. Con la marcha de Koundé, Diego Carlos, las lesiones de Fernando y las ausencias de Bono, ese rombo no ha estado al nivel que estuvo la temporada pasada".
El director de La Jugada de Sevilla, Manolo Martín, pulsó la opinión del entrenador del Al-Wahda sobre una de las personas más criticadas de este proyecto: Monchi. Muchos señalan la planificación del director deportivo como la gran culpable de esta temporada, aunque Jiménez considera que no es así, ya que "responsables somos todos, y digo somos porque me incluyo como aficionado y socio sevillista. El mundo del fútbol es incierto, el fútbol depende, el entrenador el primero, el director deportivo y los futbolistas, de los resultados, por ese orden. El resultado es circunstancia del juego y lo que le rodea. El Sevilla se ha visto lastrado por unas circunstancias no normales, muchísimas ausencias y lesiones, que hay que buscar el porqué. Hay que buscarlo y solucionarlo, pero eso necesita su tiempo".
Sin pelos en la lengua, Jiménez fue tajante asegurando que "No se puede cuestionar el trabajo de Monchi. En mi época se fueron jugadores muy importantes y vinieron otros que no eran del gusto de la afición, a pesar de ello intentamos sacarle lo máximo. Todo el mundo tendrá en mente jugadores que no eran de su agrado, pero aportaban y ayudaban. Pero qué duda cabe que ni hay que buscar culpables en un colectivo, en un deporte colectivo como el fútbol".
Su nombre fue uno de los tantos que salió a la palestra cuando la destitución de Lopetegui estaba en el aire. Sobre estas afirmaciones, Jiménez reconoció que va "día a día, he aprendido muchísimo a lo largo de los años. Estoy muy agradecido tanto en mi época como futbolista como entrenador. Ahí están los números y son fácil de mirar".
Desde un punto de vista más personal, Jiménez quiso recalcar que "cuando trabajas en el club de tus amores es un sentimiento contradictorio, porque una derrota no es solo que pierdas profesionalmente, sino que pierdes lo más hondo de tu ser, porque es tu equipo. Estoy en Abu Dabi y no me pierdo un partido, en Atenas, en Las Palmas, en Zaragoza… donde haya estado no me pierdo un partido del Sevilla siempre que puedo. Un gol que recibe el Sevilla es como un gol que recibo yo. Vivo el día a día y el presente está en Abu Dabi, es una ciudad que conozco, una oferta que no pude rechazar, después de circunstancias personales que me impidieron trabajar".