Lo dijo antes de empezar el partido, pero la situación entonces en el Sevilla FC era la misma que tras ser goleador por 0-4 a manos del Manchester City y ya Monchi se autoinculpaba.
"Para lo bueno y para lo malo, soy el responsable, porque tengo la total autonomía y libertad para tomar decisiones. Sabiendo la hoja de ruta que teníamos este verano, en el que debíamos cuadrar números, hemos hecho lo que teníamos que hacer. Poner notas ahora a la planificación no tiene sentido; eso se verá en junio", comentó el director general deportivo nervionense antes de otro duro golpe.
La grada, sin embargo, dirigió sus críticas al presidente, a un José Castro que no llegó a dar la cara ante los medios tras el partido y a quien muchos ven ya fuera, en favor de un José María del Nido que ya lleva varias Juntas Generales de Accionistas amenazando con 'coger el barco'.
Lopetegui, al menos un partido más
El primero que puede salir del club, sin embargo, es un Julen Lopetegui a quien, extrañamente, se le permitió seguir en el banquillo esta temporada, pese a haber demostrado ya la pasada no tener soluciones para cambiar el errático rumbo del equipo. En las útimas semanas, al menos, lo está intentando, cambiando de jugadores y sistemas, aunque queda claro no se trata de modificar cosas, sino de hacerlas con sentido. ¿Por qué intentó ir a por el partido con tanto tiempo por delante y cuando únicamente el marcador reflejaba un 0-1? ¿Qué sentido tenía meter a Jordán por Delaney? Y, lo que es más importante, ¿cuándo ha mejorado el técnico vasco al equipo con sus sustituciones?
El principal culpable seguramente sea Monchi, por no atisbarlo, pero el primero que dejará el club no será el isleño, ni tampoco Castro, sino un Lopetegui a quien el núcleo duro del club ya había acordado darle margen hasta el sábado, en la visita del Sevilla FC al RCD Espanyol, pasase lo que pasase ante el Manchester City. Si empata o pierde, será la hora de gastar la bala del entrenador.