Si el martes lo hizo Erik Lamela, hoy le ha tocado el turno a Óliver Torres. El jugador extremeño se ha despedido del Sevilla FC tras no renovar su contrato, que finaliza el próximo 30 de junio. El futbolista de Navalmoral de la Mata dijo ayer adiós a la que ha sido su casa durante cinco temporadas a través de un emotivo vídeo en sus redes sociales y en la mañana de este viernes lo ha hecho en el antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán, arropado por su familia, Joan Jordán y las dos copas de la UEFA Europa League que conquistó como sevillista. El acto comenzó con un vídeo resumen sobre su estancia en Sevilla, al que le siguió un vídeo enviado por Sergi Gómez y sus compañeros. Tras el presidente, fue el propio Óliver el que tomó la palabra.
“No tenía pensado emocionarme. Nunca es fácil despedirse. Hoy es un día triste por todo lo que dejo atrás, cinco años dan para mucho, he aprendido muchísimo, pero también es feliz por el reconocimiento que me ha dado el Sevilla”, comenzó el extremeño. “Me siento un afortunado, muchas gracias a todos los que lo hicisteis posible. El éxito no son las copas ni el reconocimiento, son mis compañeros y mi familia, que siempre han estado. Es el mejor trofeo. Cuando me llamaron para venir, creo que tomé la mejor decisión de mi vida, me dijeron que era un proyecto ambicioso y, cinco años después, tenemos dos títulos europeos y hemos jugado cuatro finales europeas”, reconoció.
“He dado todo lo que tenía, he dado mi mejor versión tanto futbolísticamente como en lo personal. Si a alguien le he fallado, perdonadme”, continuó. En el apartado de los agradecimientos, Óliver Torres se acordó tanto de los dirigentes, como de la afición: “Quiero agradecer a la directiva, que sé que sois gente buena y profesional y que volveréis a llevar al Sevilla a lo más alto, a la gente del club, que nos apoya y hace que nuestra vida sea más fácil para que sólo pensemos en traer más como estas (las copas), a mis compañeros, que me han hecho mejor, a los entrenadores que he tenido. Estoy eternamente agradecido. No me puedo ir sin despedirme de la afición, me he sentido un privilegiado por poder cantar el himno a capella con ellos, de que canten mi nombre, de levantar las copas con ellos y de ser uno más”.
“Sevilla me ha recibido muy bien y me despide muy bien. He aprendido más de lo que yo le he podido dar a la ciudad y al club. Hoy nuestros caminos se separan, pero creo que están más conectados que nunca. Gracias por todo y hasta siempre mi Sevilla”, finalizó. Tras concluir su discurso, el presidente le entregó el cuadro con sus 201 partidos disputados con la camiseta sevillista y Óliver Torres respondió a las preguntas de los periodistas.
De nuevo, el centrocampista destacó que “siempre he intentado sumar en los buenos y malos momentos, ser ese apoyo que necesitara cualquier persona. Es un orgullo haber pasado por la historia de este club. Siempre que recuerde Sevilla y que le pueda contar a mis hijos lo que he vivido aquí, que ese legado sea eterno”. Una de las cosas que se lleva el jugador es su amistad con Joan Jordán, con el que tiene “una conexión especial”, ya que “representa lo que es la vida”. “Nunca se deja, es el primero que llega a entrenar, el que más se cuida y el único que puede cambiar la situación es él. Es un ejemplo para mí, porque en los momentos en los que me he caído, ha sido un referente en lo positivo”, elogió a su compañero.
Asimismo, Óliver ha recordado ese momento en el que Julen Lopetegui le comentó que no estaría en la lista Champions, un episodio que le ha hecho aprender. “Me dijo que de todos me había elegido a mí para quedarme fuera de Champions. Había dos formas de tomárselo: o caerse o seguir. Yo decidí seguir y de lo más orgulloso estoy es que Julen tuvo unas palabras muy bonitas hacia mí, me dijo que se arrepentía de eso y por eso merece la pena no caer y seguir trabajando. La vida al final te lo da, y a mí me lo dio. Pude levantar la copa en Budapest. Parece un tópico, pero el nunca rendirse cala en lo jugadores, y yo es un lema que me llevo toda la vida”, añadió.
Sobre su futuro, no ha dado muchas pistas. El futbolista ha asegurado que su ‘hasta pronto’ no lo dice “a nivel futbolístico, pero estoy seguro de que en algún momento trabajaré para el club. No sé de qué, pero me encantaría ayudar algún día. Creo que podría ser válido en categorías inferiores porque ayudar a los niños me encanta. Pero el futuro es incierto, ahora a volver a ilusionarse y cargar la maleta de sueños”. “Estoy súper agradecido a los que se han interesado por mí en el momento actual, estamos hablando y posiblemente en poco tiempo, algo sabré. No tengo miedo a los cambios, me encanta probar nuevas culturas y estoy abierto a todo, a seguir en España también”, concluyó.