Sampaoli: soluciones inteligentes a problemas evidentes

Juanma Roldán hace 1 año 44
Jorge Sampaoli con José Castro y José María del Nido Carrasco en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Foto: Sevilla FC.

"El argentino nombró 'el arco rival' en cinco ocasiones durante su primera entrevista, cuando Julen Lopetegui no había hablado del mismo ni una sola vez en cuatro años"

Jorge Sampaoli nombró "el arco rival" en cinco ocasiones durante su primera entrevista, cuando Julen Lopetegui no había hablado de ella ni una sola vez en cuatro años. El vasco siempre tenía la "sana intención" de dejar su portería a cero y, mientras tuvo a Jules Koundé y Diego Carlos, su sempiterno plan de no perder se sostuvo. Ya la temporada pasada, a duras penas. Por suerte para él, LaLiga fue tremendamente pobre y sólo tuvo 38 jornadas.

Ya en este ejercicio, con mimbres diferentes y, sobre todo, de un nivel muy inferior, trató de jugar a lo mismo, con un pésimo resultado y un gran número de derrotas en contra, que no sólo han hecho peligrar, una vez más, la continuidad en la Liga de Campeones, sino también, cuidado, en Primera división. Por suerte, aún estamos en octubre y, aunque tarde, se ha dado al fin el relevo en el banquillo. Que seguramente el club ha gestionado horriblemente mal su marcha, sí; y que Lopetegui debió irse ya en verano, también; pero que el cambio era necesario, seguro. Fun-da-mel-tal.Lopetegui estaba sin ideas, agotado, y tenía también agotados a los jugadores. Agarrotados, extenuados. Física y mentalmente.

Sampaoli, de un vistazo, ha dado con el diagnóstico correcto: la plantilla carece de velocidad, por lo que sería un suicidio jugar a ida y vuelta; la mayoría de los jugadores quiere el balón al pie, por lo que hay que "escalonarlos" para poder avanzar con el balón; los canteranos son inexpertos y Gudelj carece de los conceptos necesarios para jugar como central, por lo que hay que salir con Nianzou, recuperar a Marcâo y fichar ahí en enero; a En-Nesyri le falta "compresión con la línea anterior", Mir "es un rematador" que, como tal, debe estar en el área; y "Suso, Papu e Isco", muy cerca de la misma para ser determinantes...

¿Tan difícil era? ¿No resultaba evidente que hay futbolistas para jugar más en campo contrario que en el propio? ¿Por qué se hizo en verano una plantilla con jugadores de ese perfil para jugar contra natura? ¿Motiva más a los futbolistas hablarles de fútbol o de "batallas"? ¿Por qué Lopetegui nunca intentó otra cosa? ¿Por qué nunca demostró tener bien estudiados a los rivales, más allá de ensalzar de manera exagerada sus virtudes en las ruedas de prensa? ¿En qué partido vio usted una mejoría del equipo a partir de sus cambios? Y, por último, ¿por qué hay seguidores que piensan que no criticar lo evidente les hace más sevillistas?   

Hay un refrán japonés que dice que es "mejor viajar lleno de esperanza que llegar". La frase habla de tener ilusión en lo que uno hace, en disfrutar el camino, y el sevillismo se había olvidado de eso. En gran parte, porque era lo que le había vendido el club, ante la pobreza del juego: "Pero estamos cuartos". Cuartos, pero saliendo cabreados del estadio o, incluso, sin llegar a acudir al mismo, con "la lluvia", "el frío" o "los caros que están los perritos" como excusa. 

Al final, el camino siempre está plagado de triunfos y derrotas, pero se trata de vivir el presente, de pisar firme y disfrutar del trayecto. De acudir al estadio con una sonrisa. Y salir del mismo orgulloso, aunque el equipo pierda. El Sevilla FC se había convertido en un sufrimiento continuo. "Les digo a los sevillistas que no vivan del recuerdo. Empiezo una etapa nueva", Sampaoli dixit.