El Sevilla FC afrontó su partido estrella de la pretemporada contra el Betis. A pesar de ser amistoso y a 9242 km de distancia de Sevilla seguía siendo un derbi, aunque quizás sin toda esa magia que le hace ser El Gran Derbi.
Pasados de rosca
El partido comenzó sin un dominador claro a causa de las imprecisiones de ambos. El Betis intentaba robarle rápido el balón a los sevillistas para salir a la contra y así llegó la primera gran ocasión verdiblanca. Luiz Henrique se plantó en el área después de que la línea defensiva del Sevilla tirase mal el fuera de juego y sacó un tiro que se acabó convirtiendo en un centro perfecto. Borja Iglesias lo cazó en el segundo palo y aún teniendo todo a favor mandó el balón a las nubes. Esta acción despertó a los de Mendilibar que empezaron a poner la intensidad que demandaba el partido.
Los acercamientos al arco de Rui Silva llegaban a cuenta gotas. Rafa Mir fue quien más peligro creó, un cabezazo suyo pasó rozando el palo de la portería bética. El ambiente comenzó a caldearse entre los jugadores a los que poco parecía importarles estar de pretemporada. Una innecesaria y dura entrada de Montiel sobre Luiz Henrique dio lugar a una pequeña tangana que por suerte no fue a mayores. La primera parte acabó sin que ninguno de los dos porteros viera en peligro otra vez su portería.
Las sustituciones lo cambiaron todo
Mendilibar no movió ficha tras el descanso, manteniendo su idea de darle mínimo 70 minutos a todos los jugadores. Mientras que en el otro banquillo, Pellegrini realizó una cuádruple sustitución. Los jugadores que entraron al campo le dieron una marcha más al Betis. Rubial tuvo un acercamiento muy peligroso nada más empezar. El bético llegó al área y tras amagar con el centro probó con un disparo a puerta que rozó Badé para evitar que entrase en la portería. Pero la más clara la tuvo Juanmi. El Sevilla no replegó y el delantero se quedó en un mano a mano con Badé y Bounou. Una mano milagrosa del portero sevillista al disparo del malagueño evitó que subiese el primero al marcador.
El Sevilla era incapaz de reaccionar ante los cada vez más frecuentes acercamientos del Betis. Una vez llegó el minuto 70 y como si de un reloj se tratase el de Zaldívar realizó las primeras sustituciones. En-Nesyri, Gudelj y Pedrosa sustituyeron a Rafa Mir, Badé y Papu. El exjugador del Espanyol ocupó la posición de extremo, donde tardó poco en crear peligro. No fue con un centro sino con un potente disparo que se fue desviado de la meta de Rui Silva. Mendilibar siguió realizando cambios en busca de darle el punto de intensidad a su equipo necesario para marcar el gol de la victoria. Ocampos, Acuña y Manu Bueno entraron en lugar de Corona, Montiel y Óliver Torres.
Juanlu fue de las notas más positivas de los de Nervión. El canterano se mostró seguro atrás y dejó alguna internada por banda peligrosa. A punto estuvo de coronar su partido con un gol, pero su disparo fue demasiado centrado. Cuando el partido parecía encaminado a acabar en empate apareció En-Nesyri. El delantero marroquí cazó de volea un balón en el punto de penalti para batir al meta luso y darle al Sevilla la victoria.