Ganó el Sevilla FC la séptima Europa League. Siete veces campeón de 'su' competición, se dice pronto. En los penaltis y gracias, entre otros muchos héroes, a Bono, que demostró por qué es el tercer mejor portero del mundo. Pocos apostaban por el conjunto de José Luis Mendilibar ante el Manchester United y la Juventus antes de llegar a la final, pero el técnico vasco se ha ganado la gloria a base de resultados. Otra copa para las vitrinas y la clasificación para la UEFFA Champions League, además de la posibilidad de aspirar a ganar la Supercopa de Europa. Ocampos, Lamela, Rakitic y Montiel, el mismo que hizo campeona del mundo a Argentina, certificaron un título en una temporada que, en dos meses, ha pasado del drama al éxito deportivo.
No fue el arranque esperado. Llevó el peso la Roma, se sintió cómodo el equipo de Mourinho y el Sevilla, en cambio, no tuvo el dominio pregonado antes de la final. El primer córner fue para la Roma, peligro. Cabezazo entre Gudelj, que llegó antes al balón, e Ibáñez. Quedó en un susto. El segundo saque de esquina fue para el Sevilla, después de minutos de tanteo. Abraham sacó de cabeza en labores defensivas. Y la primera gran ocasión la tuvo la Roma, pero Spinazzola envió tímido su remate a las manos de Bono teniéndolo todo a favor.
En el duro duelo en el que fue convirtiéndose el partido, arrancó la primera amarilla el Sevilla, en un salto entre Ocampos y Matic, se le fue el codo alto al jugador de la Roma. Pidió la Roma un penalti inexistente de Gudelj sobre Abraham y llegó el primer gol del conjunto de Mourinho, que no fue ni chequeado por el VAR. Rakitic, posiblemente en falta, perdió un balón en el centro del campo, asistió Mancini a Dybala y la carta escondida de Mourinho logró el 0-1 batiendo a Bono sin oposición del portero internacional marroquí.
Siete minutos antes del descanso también fue amonestado Pellegrini por simular un penalti dentro del área. Lo intentó el Sevilla, pero no encontraba las vías para hacer daño al sólido conjunto italiano. La tuvo Rakitic con un zurdazo que se fue a la cepa del poste de la meta defendida por Rui Patricio.
Cambios
Movió el banquillo Mendilibar en el descanso. Bryan Gil y Óliver Torres dieron paso a Lamela y Suso. Mejoró el Sevilla. Fue a por el partido y la tuvo Alex Telles en un disparo que se le fue alto. Apretó el conjunto de Mendilibar hasta que logró el empate en un centro envenado de Jesús Navas que envió a la red, en propia puerta, Mancini.
El colegiado Anthony Taylor le perdonó la segunda amarilla a Pellegrini y el VAR anuló un posible penalti sobre Ocampos. También pudo ser penalti una mano de Fernando dentro del área, pero el árbitro inglés entendió que el centrocampista brasileño estaba escondiendo la mano. Con la oportunidad de Fernando, su tiro se marchó cruzado a la derecha de Rui Patricio, se llegó a la prórroga.
La prórroga y los penaltis
Montiel entró por Navas y Rekik por Telles en una prórroga en la que el Sevilla se sentía dominador. Nada en la primera parte y en la segunda, mucho mejor el equipo de Mendilibar. Dos sustos en un saque de esquina y un centro que acabó en nada. Lo tenía el Sevilla, En-Nesyri pudo sentenciar, pero el partido se fue a la tanda de penaltis. Antes, Jodán y Marcao entraron por Fernado y Gudelj, ambos lesionados. El remate de Smailing tocó el larguero y la tanda de penatis decidió.
Marcó el primero Ocampos para el Sevilla y Cristante hizo el empate para la Roma. Lamela acertó en el 2-1 y Bono, con los pies, evitó el tanto de Mancini. El 3-1 lo marcó, con frialdad y engañando a Rui Patricio, Rakitic, mientras que Roger Ibáñez envía a la madera un disparo que también había adivinado Bono. En las botas de Montiel estaba la ‘Séptima’. Paró su primer lanzamiento el meta de la Roma, pero se había adelantado y no pisaba la línea de gol cuando golpeaba el argentino. En la repetición, Montiel, el mismo que hizo campeona del mundo a Argentina desde el punto de penalti, certificó la séptima Europa League para el Sevilla.