El Sevilla FC, su futuro deportivo y también institucional, porque lo que pase en el campo tendrá su efecto en la lucha por el control del poder, está manos de Jorge Sampaoli y de sus jugadores. Así de simple… y así de complejo. La imagen que ofreció el equipo en el Metropolitano fue para despido inmediato, para que Sampaoli no ocupara sitio en el viaje de vuelta. Sin embargo, despedir a un segundo entrenador esta temporada con tantos puntos aún por jugar en LaLiga, y sin dinero en la caja, habría supuesto reconocer el fracaso de una nefasta planificación (veraniega e invernal) y buscar otras soluciones de emergencia más complejas que la adoptada: encerrarse en el vestuario con los que están y pedirles compromiso, implicación y una reacción inmediata.
Fue primero el presidente Pepe Castro quien bajó al vestuario del Metropolitano a insuflar ánimos a una plantilla que encajó un escandaloso ‘set’ ante el Atlético de Madrid, todavía con la sangre caliente. Con la mente ya más fría, también el director general deportivo, Monchi, el gran responsable del desastre de esta temporada, y el vicepresidente Del Nido Carrasco, montaron una cumbre en el vestuario para pedir al entrenador, a los jugadores y a todos los miembros del plantel que busquen la forma de ofrecer su mejor versión individual y colectiva.
Eso, precisamente, es lo que se debe comprobar hoy: si el propósito de enmienda se hace efectivo en la Europa League ante un Fenerbahçe en forma, si las soluciones expuestas llegan al campo. Hacer real el difícil tránsito de las palabras a los hechos ante una afición que va a cada partido con un pellizco de temor en el estómago y que se está cansando de ser complaciente, porque además extrañamente lo está siendo esta temporada cuando históricamente no lo ha sido. El 2-3 ante Osasuna, después de remontar dos ventajas del rival, y el 6-1 ante el Atlético de Madrid han supuesto un freno en seco en una recuperación fraguada con cuatro victorias consecutivas en el Sánchez-Pizjuán y con la clasificación a los octavos de la Europa League ante el PSV Eindhoven.
Perder entra dentro de lo previsible, pero las formas son inadmisibles. Las palabras de Acuña apuntando a Sampaoli, “nos da unas herramientas para jugar que no entendemos”, han sido un golpe bajo en la línea de flotación de un entrenador al que han tratado de reforzar los dirigentes ante los futbolistas. Éste técnico es el que hay y con él toca entenderse. La desunión en el vestuario es una muestra más de la descomposición de la entidad y de la inacción de los que gobiernan. El descenso en LaLiga es una seria amenaza y la Europa League, esa competición que tantas alegrías ha dado a la afición del ‘Hexacampeón’ y que podría convertirse en una estimulante medicina para salvar la temporada, aparece ahora como una incómoda piedra en el camino que conduce al que debe ser principal y único objetivo: mantenerse en Primera división.
No anda el Sevilla sobrado de efectivos para este tipo de incómodos sobreesfuerzos, y aunque la alineación estará condicionada para que los mejores estén ante el Almería el domingo, también aparece el partido con una oportunidad para recuperar el juego, confianza y, sobre todo, la identidad perdida. El Sevilla, por muy tocado que esté y muy limitado, no puede permitirse el lujo de renunciar a competir ningún partido, y mucho menos en Nervión. Otro ridículo sobre el campo echaría aún más pólvora a una entidad a punto de estallar.
Sampaoli recupera a una pieza clave en su engranaje, Fernando, que será titular por su papel crucial y porque, además, aún le quedan dos partidos de sanción por cumplir en LaLiga. El brasileño volverá al eje de una zaga con un único efectivo, Nianzou. Badé ya está entrenando, pero no llega a este partido (sí forzará ante el Almería), como tampoco los lesionados Marcao, Rekik, Papu y Tecatito, que no está inscrito en Europa.
¿Defensa de tres centrales?
La duda está, por otra parte, en si Sampaoli mantendrá una defensa con tres centrales o probará con línea de cuatro ante la falta de futbolistas específicos y después de la desastrosa actuación de Joan Jordán en esa zona en el Metropolitano. Lo lógico sería un cambio que provoque una reacción. Bono, que acompañó al técnico en la rueda de prensa previa al partido, es un fijo en la portería. Nianzou y Gudelj, con la ayuda de Fernando en denfensa, formarían la línea de tres centrales, con Jesús Navas y Alex Telles (suplentes en el Metropolitano) en los laterales. En el centro del campo Jordán y Óliver Torres apuntan a titulares, mientras que Bryan Gil y Lamela ocuparían los extremos, con Rafa Mir como atacante má adelantado.
El Fenerbahçe, con el veterano técnico portugués Jorge Jesús a los mandos, llega en un muy buen momento de forma y tras ganar 1-2 al Kayserispor. Está segundo clasificado en la Superliga turca, a 6 puntos del líder, el Galatasaray; y a 8 del tercero, el Besiktas. Puede, por tanto, estar centrado en una competición en la que quiere llegar lejos. Llega, además, con el ecuatoriano Enner Valencia en plena racha goleadora y con Batshuayi, por el que se interesó el Sevilla, como principales amenazas en el ataque.
En el recuerdo, la temporada 2007-08, en la que los turcos eliminaron al Sevilla en los penaltis en una eliminatoria en la que se igualó en el Sánchez-Pizjuán el 3-2 de la ida en Estambul. El Sevilla, sin embargo, no está para revanchas ni para grandes logros. Está para afrontar con dignidad otra incómoda reunión de emergencia, hoy con su afición.
Posibles alineaciones
Sevilla FC: Bono; Jesús Navas, Nianzou, Gudelj, Fernando, Acuña; Jordán, Óliver Torres, Ryan Gil, Lamela y En-Nesyri.
Fenerbahce: Bayindir; Ferdi Kadioglu, Samet Akaydin, Attila Szalai, Lincoln; William Arao, Diego Rossi, Kahveci, Miha Zajc; King y Enner Valencia.
Árbitro: François Letexier (francés).
Hora: 21:00 horas