Sobre cómo Gudelj castigó el feo gesto del Mallorca
El equipo de Javier Aguirre pasó de no querer devolverle el balón al Sevilla FC, tras tener que ser el serbio atendido, a recogerlo del fondo de su portería, en lo que supuso el definitivo 0-1.
"Castigo de Dios", que se ha dicho toda la vida. El Sevilla FC se llevó los tres puntos del estadio del RCD Mallorca tras una acción que debe despertar el sonrojo en los bermellones. Y no ya por tratarse de un gesto feo, antideportivo, sino porque además desembocó en el 0-1 final y, por ende, en su derrota.
Todo se remonta al comienzo de la segunda parte del encuentro de este pasado sábado. En concreto, al minuto 47, cuando Idrissu Baba propinaba un golpe en la cara a Nemanja Gudelj, en una acción fortuita, en una pugna aérea de balón. El pivote nervionense tuvo que ser atendido por sus médicos, lo que obligó al árbitro posteriormente a invitarle a salir del terreno de juego, como marca la normativa.
Como, al ser un golpe en la cabeza, el juego debe estar parado antes de dejarle entrar de nuevo al campo, para que el árbitro pueda comprobar que el jugador se encuentra ya en buen estado, Bono lanzó la pelota fuera... pero el Mallorca no la devolvió. Los jugadores del Sevilla FC, seguramente también empujados por el enfado, se fueron a presionar alto de manera agresiva, lo que provocó que recuperaran el balón que acabó con el golazo de Gudelj, de quién si no.
Una simple casualidad, el karma o un castigo divino. Quién sabe. Pero, seguramente, el final habría sido diferente de haber devuelto el esférico los locales cuando Bono lo lanzó fuera.