Valentino Fattore: "El derbi hay que jugarlo con la cabeza fría y el corazón caliente"

Con el derbi de filiales en el horizonte, Valentino Fattore Scotta habló en los micrófonos de Onda Capital el pasado lunes. El lateral hispano argentino ha demostrado no temerle a los medios, abriéndose completamente a las preguntas.

No es un partido más

El 25 de septiembre, a las 12 del mediodía, Betis Deportivo y Sevilla Atlético se verán las caras en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. El segundo capitán del cuadro blanquirrojo tiene las ideas muy claras: "Decir que el derbi es un partido más no entra en mi cabeza, porque lo empecé a vivir desde muy chico. Son casi 15 años los que llevo en la cantera, he vivido derbis de muchos colores y, si Dios quiere, serán muchos más; aunque siempre es un partido especial por lo que vive la ciudad. A fin de cuentas, somos los filiales, pero creo que nosotros representamos al sevillismo en ese encuentro y hay que vivirlo con responsabilidad, aunque también es un choque precioso para disfrutarlo". Sobre cómo afrontará el partido, Valentino cree que "hay que jugarlo con la cabeza muy fría y el corazón muy caliente, porque es especial. Tenemos que hacer una buena semana de entrenamiento siguiendo los consejos del míster, y creo que vamos a tener muchas oportunidades de ganar".

Aunque el encuentro sea especial, el lateral reconoce que "preparamos el partido como uno más, pero siendo conscientes del sentimiento y de lo que representa para todos. Este es el típico partido que un futbolista quiere jugar, especialmente los que venimos desde pequeños. Tenemos que transmitirle a los nuevos que este encuentro es diferente. Quizás no están acostumbrados, por lo que es nuestra misión enseñarles que hay que dejarse el corazón jugando, ya que representamos a mucha gente y a un club que es muy grande". De vivir este tipo de partidos, Valentino sabe mucho, ya que recuerda "ir al Sánchez-Pizjuán, pero no al estadio. En el derbi iba a la previa, al hotel a ver el ambiente, lo que significa para esta ciudad este partido. Nosotros que lo vivimos desde dentro sabemos lo que significa".

A menos de una semana para el encuentro, el segundo capitán del filial quiso mandarle un mensaje a la afición: "Necesitamos siempre su apoyo y queremos que sepan que vamos a dejarnos la vida por estos colores. Sabemos el tipo de partido que es y vamos a jugarlo con responsabilidad, sintiendo estos colores que son tan grandes. También queremos agradecerles que estén siempre con nosotros, en los momentos buenos y en los malos, y pedirles que sigan viendo al filial, que no les va a defraudar".

El futuro del filial

El mal inicio de campaña, con dos derrotas en tres encuentros de Liga disputados, ha hecho que muchos se planteen qué puede pasar con el Sevilla Atlético. Sin embargo, el lateral sevillista tiene claro que "el objetivo es ascender. La liga no ha empezado como queríamos, pero esto es muy largo, para bien o para mal. Ya lo comprobamos el año pasado, con un equipo que no tenía ninguna oportunidad y supimos revertir la situación aunque después se complicó. Aquello fue una esperanza para mi y todos mis compañeros, al igual que al cuerpo técnico. Tenemos que seguir peleando todos juntos por el objetivo, aunque es una categoría nueva, con jugadores nuevos y algunos importantes que se han ido. Necesitamos ese período de adaptación, pero yo creo que vamos por el buen camino a pesar del resultado".

Al igual que pasa con el primer equipo, nadie se rinde, y el pesimismo no tiene cabida en la mente de un futbolista que asegura estar viendo "a un equipo con ideas que intenta ganar de todas las maneras. A veces la pelota no entra, que es lo importante, y hemos salido un poco penalizados por ello; pero estamos felices de seguir con oportunidades, y esta semana tenemos un partido para demostrar que podemos hacerlo bien y empezar a sumar de tres".

Uno de los grandes culpables de este positivismo en el vestuario es Alejandro Acejo, técnico del Sevilla Atlético. A punto estuvo de salvar a un equipo muerto el año pasado, y Valentino tiene claro que su entrenador "tiene unas capacidades tácticas indudables, pero su punto fuerte es la capacidad de contagiar a sus jugadores esa competitividad que lo caracteriza. En ese sentido, me siento muy identificado con su manera de entender el fútbol. Creo que es algo que todos sus equipos demuestran: lo entregan todo, imprimen un ritmo muy alto a los encuentros, quieren ser protagonistas... Esto es lo que hace equipos ganadores, como se vio en el juvenil y el año pasado. En la jornada ocho estábamos descendidos, pero él fue capaz de transmitir a un vestuario muerto que era posible empezar a sumar puntos".

Aprender del pasado

Sin embargo, ni el buen hacer de Acejo fue capaz de salvar al filial del descenso. Valentino reconoce que aquello "fue una de las situaciones más complicadas de mi vida, aunque ahora lo veo desde un prisma positivo. La pasada temporada el primer equipo tiró mucho de nosotros, que estamos precisamente para eso. Lógicamente, estamos agradecidos por todo lo que pudimos compartir, pero todas las categorías inferiores sufrieron esas subidas y bajadas constantes. Durante un instante, cuando encadenamos una buena racha, soñamos incluso con los playoffs, pero todo pasa por algo. Aquello fue duro, pero esos momentos son los que te hacen fuerte".

La capacidad de levantarse por parte de este equipo viene, como bien indica su capitán, de un curso muy sufrido. Él mismo sabe que "el estar en la jornada tres, habiendo empezado tan mal, nos hundiría si no tuviéramos la mentalidad de que somos capaces de revertir esta situación. Hay equipo, hay trabajo y todo va a empezar este domingo, que tenemos un partido muy especial. No sé qué pasará, pero veremos a un equipo que se va a dejar el alma por los tres puntos".

Fruto del esfuerzo

A Valentino Fattore nadie le ha regalado nunca nada. La llegada del técnico malagueño al Sevilla Atlético lo libró de una "situación que era difícil. Venía de no tener regularidad con Paco (Gallardo), recuerdo que el primer año que ascendimos no acumulé una cantidad de partidos consecutivos como para sentirme bien. Me sentía importante en el equipo, tenía la confianza del míster, pero no contaba con los minutos que creía que necesitaba. Esa situación es difícil de gestionar, aunque a mi personalmente me vino bien y como futbolista me hizo mejorar muchísimo".

Sin embargo, el aterrizaje de Acejo demuestra al futbolista que su entrenador "empieza a confiar en mi, a darme más minutos, y eso me hizo tener más ritmo competitivo. Mis compañeros estuvieron conmigo, dándome su confianza, y luego se empezaron a dar los resultados. Creo que tuvimos muchas oportunidades de salvarnos aunque, desgraciadamente, no se dio. La enseñanza que nos llevamos es increíble y yo soy fiel seguidor de la frase "todo pasa por algo", aunque perdimos la categoría, seguimos con la ilusión de afrontar este curso con todas las ganas para poder ascender de nuevo".

El lateral siempre ha destacado por ser un guerrero. Él mismo reconoce, sin pelos en la lengua, que lo que ha conseguido "en mi carrera deportiva fue por exigirme al máximo. Eso no va a cambiar nunca y no necesito a nadie que haga peligrar mi puesto para seguir. Creo que si un futbolista necesita tener a alguien así, no va muy bien encaminado. Al final, la exigencia es contigo mismo. Yo siempre intento mejorar día a día, año a año, comparándome conmigo mismo. Creo que esa es mi clave, ya que nadie es imprescindible. Si tienen que poner a otro en el lateral, lo harán". Valentino sabe que "en un club como el Sevilla, la exigencia está en cada segundo de cada entrenamiento, eso es lo que me transmitieron desde pequeño y lo se desde hace 15 años. A veces me sale bien, otras mal, pero lo que es innegociable es la entrega. Intento hacerlo lo mejor posible dentro del campo, pero también fuera para estar siempre al máximo física y mentalmente".

Como ha demostrado a lo largo de su carrera, la polivalencia es una cualidad intrínseca en él. El capitán del Sevilla Atlético asegura que ha pasado "por muchas posiciones a lo largo de mi carrera. Quizás por mis cualidades, puedo encajar en muchos sitios. Soy un jugador que intenta entregarse al máximo, y los distintos entrenadores que he tenido me han ido cambiando de posición. Es cierto que en fútbol siete jugaba de central, pasé al lateral cuando empecé en fútbol once hasta que, en cadetes, Juan Díaz decidió ponerme en el medio. Cuando ganamos la Copa de Andalucía con la Selección sevillana, jugué de extremo derecho, y posteriormente hice lo mismo en la andaluza. Pasé por muchas posiciones, intentando siempre darlo todo y aprender para poder introducir las distintas cualidades en mi juego".

Tocar la gloria

21 de diciembre de 2021. Sevilla FC - FC Barcelona. Valentino Fattore Scotta pisa el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán de forma oficial como jugador del primer equipo por primera vez en su vida. Para el hispano argentino, aquél "fue posiblemente el mejor día de mi vida. Para mi era un sueño, pero significaba más el ver a mi familia feliz. Mereció la pena todo el esfuerzo que venía haciendo desde chico. El Sánchez-Pizjuán, lleno, contra el Barcelona... Era como un sueño. Es de esos días que se dan". El futbolista quiso agradecer a Julen Lopetegui "por darme la oportunidad y confiar en mi para esos minutos, que fueron como tocar la gloria. Por cosas como esta me levanto cada día con esa ambición de ser mejor, agradeciendo todos los días el poder dedicarme a lo que me dedico. Es cierto que hay momentos muy difíciles en la carrera de un futbolista donde se necesita resiliencia, pero los momentos buenos como este, y estoy seguro de que van a venir muchos más, son preciosos".

Sin embargo, aquél fue su debut oficial, ya que dos años y medio antes debutó en el Trofeo Antonio Puerta. Valentino asegura que fue "muy especial, además de hacerlo junto a Luismi. Era juvenil y nunca había entrenado con el primer equipo, pero me llamaron un jueves y me dijeron que tenía que hacerlo. Recuerdo mandarle una foto a mi madre y que se pusiera a llorar como loca. Fue especial el simple hecho de entrenar, un sueño hecho realidad. Además compartía vestuario con Mudo Vázquez y Éver Banega, nadie se puede imaginar lo que fue aquello para mi. De repente nos dicen que vamos convocados para el Trofeo, que tenemos que firmar, y no nos lo podíamos creer. Encima, tuvimos minutos de la mano de Joaquín Caparrós, que es un entrenador al que le gustan los canteranos aguerridos. Él me dio toda la confianza, hablábamos mucho y le deseo lo mejor, porque fue el que me concedió aquellos minutos increíbles".

Coincidir en el vestuario con sus ídolos ya se ha convertido en una rutina para él. El hispano argentino aún se asombra de "la grandeza de este club. Tuve la suerte de poder entrenar mucho con el primer equipo, miraba a mi lado y veía a Gonzalo Montiel, a Jesús Navas, y me parecía increíble; creo que es el sueño de cualquier chico. Compartir momentos dentro y fuera de la cancha con ellos ha sido de lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Cuando tengo la posibilidad de entrenar con ellos intento ser una esponja: aprender de ellos y ver qué hacen los mejores para introducirlo en mi juego. Navas es un ídolo en el club y Montiel juega en la Selección argentina, por lo que intento siempre estar cerca para hacerlo después lo mejor posible".

Los que si pasan mucho tiempo con el primer equipo son José Ángel Carmona y Kike Salas. Ambos canteranos han demostrado este curso que tienen lo necesario para estar en el primer equipo, algo que para el vestuario del filial "es una alegría enorme que compañeros nuestros están cumpliendo ese sueño de jugar en el primer equipo de una forma tan regular. Además, son chicos que se sienten parte de nuestro vestuario. Aunque sean del primer equipo siempre se pasan a vernos y son uno más del equipo. Hemos vivido su triunfo de una manera muy familiar, y después de los partidos comentamos el nuestro y el suyo. Esta situación nos da fuerza para, ojalá algún día, tener minutos".

La entrevista completa, aquí abajo.