La renovación del Sevilla FC 22/23 tendría que haberse iniciado con la continuidad o despedida de Lopetegui, pero la decidida apuesta por Diego Carlos del Aston Villa ha precipitado los acontecimientos y la profunda transformación para crear el nuevo Sevilla 2022/2023 ya está en marcha. Ahora es Monchi quien ejerce el mando
Necesita el Sevilla FC volver sobre sus pasos tras su arriesgada apuesta por sobrevivir codeándose en las alturas con clubes económicamente mucho más poderosos sin su exitoso modelo deportivo: vender para crecer. Rechazó el pasado verano ofertas millonarias por algunas de sus estrellas, vació sus arcas fichando en invierno cuando olía la posibilidad de ganar LaLiga, pero en una extraña temporada ha pinchado en hueso.
No hay margen para más aventuras. El cambio experimental buscando la perfección de la fórmula que tanta gloria ha dado al club en forma de títulos llega a su fin. Se vuelve a la seguridad de ‘El Método Monchi’ y “las claves del sistema de trabajo del Rey Midas del fútbol mundial”, tal y como se titula y define en su portada el libro dedicado al director deportivo del Sevilla FC.
La primera posta en el camino de vuelta tenía la imagen de Lopetegui, pero la oferta del Aston Villa por Diego Carlos ha dado el pistoletazo de salida a los movimientos, cristalizando en realidad la declaración de intenciones expuesta estos días por el presidente, Pepe Castro. Vender sin que tiemble el pulso porque el Sevilla tiene un máster en esa materia. Vender, ingresar, cuadrar cuentas y, sin embargo, aumentar el nivel competitivo del equipo.
Hay una aplastante certeza fácil de entender y que se manifiesta en varias vertientes: el Sevilla, segundo esta temporada en límite salarial (unos 200 millones de euros) ya está muy por encima del que se le permite (45 millones, para ser exactos) y no puede pagar las fichas millonarias con las que otros clubes seducen a sus futbolistas franquicia. Además, presentó en la última Junta de Accionistas un déficit de 41 millones de euros. No corregirlo puede dar munición a Del Nido Benavente y, lo que es más grave, alimentar su ego presidencial.
La margarita Lopetegui debe deshojarse pronto porque Monchi cuenta con él, como con todos los técnicos que ha tenido, para planificar el nuevo y revolucionario proyecto. Diego Carlos, al que se fichó por 15 millones de euros al Nantes, deja una importante plusvalía. Su traspaso es el primero de los otros muchos que se esperan para reducir un plantel aún con otras 28 fichas.
Hacia Jules Koundé (con el Chelsea como principal pretendiente) y el ‘Zamora’ Bono se dirigen muchas miradas, y ellos pueden ser los próximos en salir. Pero las puertas están abiertas para todos y tienen el cartel de transferibles futbolistas como Marcos Acuña, Lucas Ocampos o Youssef En-Nesyri.
Más difícil será colocar a otros jugadores que se han devaluado a las órdenes, o renunciando a dirigirlos -como a los muchos cedidos- de Lopetegui. Tendrá que recurrir a sus mejores habilidades Monchi con Rony Lopes (Olympiacos), Óscar Rodríguez (Getafe), Oussama Idrissi (Cádiz), Alejandro Pozo (Almería) o Luuk de Jong (Barça), aunque algunos tienen argumentos para defenderlos y equipos que les pretenden.
Le quedan al Sevilla unos meses de mercado con múltiples operaciones que acabarán con una plantilla rejuvenecida, con futbolistas que puedan revalorizarse y que generen otras futuras plusvalías. Hay una fórmula conocida que lo garantiza: 'El Método Monchi'.