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Sevilla FC
El Madrid gana con ayuda arbitral, igual que el Atlético de Madrid (con un inexistente penalti de VAR); el Sevilla F.C. pierde por la falta de gol y desangrado en la temporada de las lesiones (cayeron Martial, Papu y Acuña).
El Madrid gana jugando con once cuando debió quedarse con diez poco antes del descanso con 2-0 en el marcador; el Sevilla se queda sin Martial en esa jugada determinante y acaba perdiendo por incomparecencia en la segunda mitad y por falta de contundencia (perdonó el 3-1 Rafa Mir).
Que la expulsión de Camavinga era clara lo pone de manifiesto un dato: Ancelotti cambió al centrocampista francés en el descanso para evitar que el colegiado, avisado en los vestuarios de su grave error, le expulsara en la primera falta que cometiera. El técnico italiano intentó desviar la atención en rueda de prensa asegurando que Camavinga había tocado el balón, cuando lesionó a Martial sin tocar el esférico y cortando un contragolpe de mucho peligro.
El pésimo arbitraje influyó decisivamente en la primera derrota en casa del Sevilla esta temporada, porque el resto de acciones polémicas (la mano involuntaria de Diego Carlos o el gol ayudándose del brazo de Vinicius) en ningún caso pueden compensar el perjuicio que habría supuesto jugar sin Camavinga más de cincuenta minutos.
La falta de personalidad del colegiado Guillermo Cuadra Fernández en Nervión (y de Jorge Figueroa Vázquez facilitando el triunfo del Atlético de Madrid ante el Español) y el mal uso del VAR han quedado al descubierto una jornada más. En el desconcierto generalizado en el tema arbitral, el Madrid ha demostrado que merece ser campeón de Liga y el Sevilla pone en peligro su puesto de Champions.
El lamentable arbitraje, en esta ocasión, condiciona profundamente el análisis de un partido que dominó el Sevilla en la primera mitad y que fue del Madrid en la segunda. Al Sevilla le fallan las piernas y le tiemblan en la misma medida. Se le escapa de las manos una prometedora temporada plagada de extrañas circunstancias que le han llevado a un estado de permanente desencanto.
A Julen Lopetegui se le está cayendo el equipo. Ganó en Nervión al Granada con muchísimos apuros y se ha entregado al Madrid encajando tres goles con una preocupante falta de intensidad defensiva, su gran fortaleza. Tras los goles de Rakitic (de libre directo) y Lamela (a placer tras buena acción de Tecatito), el equipo volvió a dar un paso atrás y las ocasiones del Madrid anunciaban el drama.
Rodrygo, Nacho (pudo haber falta de Carvajal en la jugada previa a Óliver Torres) y Benzema certificaron un triunfo que puede dar la Liga al Madrid y que deja al Sevilla tercero (igualado a punto con el Atlético), pero lleno de dudas.