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Sevilla FC
El Sevilla FC sigue a la espera de poder cerrar su mercado. La ofensiva de Rayados de Monterrey por Lucas Ocampos hace que en Nervión deban seguir alerta, una vez el mercado en México no termina hasta el 14 de septiembre. A pesar de ello y del posible sustituto que llegaría si se marcha el argentino, ya se puede decir que ha sido un verano austero para los hispalenses. No en cuanto a número de movimientos, pero sí en cuanto a dinero invertido.
Quedarse fuera de toda competición europea ha sido un golpe casi mortal para un equipo que quiso volar demasiado cerca del sol. Debido a los pecados pasados y fallos que se han seguido cometiendo, el Sevilla FC ha tenido que tirar de creatividad para afrontar las entradas y las salidas. Entre fichajes, cesiones, futbolistas que volvían de cesión y se han vuelto a marchar, ventas y jugadores que acababan contrato, el Sevilla FC ha realizado hasta 36 movimientos.
Los de Nervión han acabado como el decimotercer equipo de LaLiga en cuanto a gasto con solo 8 millones, repartidos a partes iguales entre Peque y Agoumé. El resto de clubes llamados a competir por Europa, salvo Valencia CF y Athletic Club que son casos especiales, han desembolsado mínimo 20 millones más que los sevillistas. Una diferencia abrumadora y que se explica desde el nulo margen de maniobra que existe para sacar grandes beneficios por jugadores en los últimos años. Algunos dicen que es porque el club ha perdido su posición de fuerza y otros aceptan apesadumbrados la realidad de la plantilla.
Mención aparte merece el límite salarial y el anhelado 1:1 que nunca llega. El coste de la plantilla ya estaba disparado para un equipo que jugaba Champions League año tras año, así que imagínense para uno que quedó decimocuarto. La reestructuración salarial no es algo que se consiga de la noche a la mañana y me atrevo a decir que aún queda tiempo para conseguir la estabilidad. Contratos como los de Nianzou o Jordán no acaban hasta 2027 y ya está visto que ningún otro club quiere hacerse cargo de la mochila completa que lleva el Sevilla FC a las espaldas.
Como bien dijo Víctor Orta en la presentación de Barco, la valoración del mercado la pondrá el verde. Lo que sí se puede decir es que el conjunto hispalense afronta una nueva realidad. Atrás quedaron esos años de bonanza donde se podían pagar grandes cantidades por promesas. Los 35 millones que se acabaron desembolsando por Kounde ahora mismo son imaginables y guste más o guste menos es lo que hay. Ya cada cual que le eche las culpas a quien cree que las tiene. Pero que nadie olvide que el Sevilla FC seguirá siendo el Sevilla FC ya gaste 2 que gaste 20, porque lo que le hace grande es intangible y está muy alejado de dirigentes, expresidentes y jugadores.