Edición
Sevilla FC
El Sevilla FC ha tocado techo. Le ha dado vértigo y ha bajado un escalón. Una marcha atrás razonable porque el club genera lo que genera, y la viabilidad económica de la entidad está por encima de la ambición deportiva. El aficionado quiere más y, salvo excepciones, apenas sufre por el reparto de dividendos, los sueldos de los dirigentes o los números en rojo del balance de cuentas.
El club se sumó a ese deseo de dar un golpe en la mesa. Vio la posibilidad de pelear LaLiga o hacer algo grande en la UEFA Champions League pero, tras arriesgar dejando de vender a sus mejores futbolistas para sostener el modelo de negocio que tan bien le ha funcionado, ha echado el freno en este mercado que se acaba de cerrar.
Monchi profundizó en conceptos de gestión económica y deportiva en su balance del mercado veraniego para explicar lo evidente: un club no puede gastar más de lo que ingresa. Un club de la dimensión real del Sevilla, claro está. Y el Sevilla no es el Barça, al que recibe este sábado con un proyecto nuevo hecho a base de talonario.
El Barcelona activa una palanca con la misma rapidez que parpadea Lopetegui en el transcurso de los partidos. Hay palancas porque hay capacidad para generar millones de euros y cumplir con los compromisos adquiridos. También porque el que forma parte del poder tiene prebendas inalcanzables para el resto de los mortales.
Se ha vuelto al modelo de gestión previo a la pandemia. Y también tiene sus riesgos, porque va a depender muchísimo del acierto en los fichajes que tantas dudas generan y de la capacidad del entrenador para hacer mejores a los que acaban de llegar y a los que ya están. Ambas variables añaden dudas al proyecto deportivo Sevilla FC 2022-23.
En el capítulo de fichajes, la gran preocupación está en el eje central defensivo. De forma incomprensible, Monchi no ha fichado a un recambio natural para un Fernando con 35 años y al que tanto echó en falta el equipo en la recta final de la pasada temporada. Frente a equipos como los que ahora visitan el Sánchez-Pizjuán (el Barça de Lewandowsky y el Manchester City del imparable Haaland -récord goleador en el arranque de la Premier-) no hace falta un futbolista físico como Fernando, se necesitan dos. ¿Se puede considerar a Delaney su recambio o acompañante natural? Hasta ahora, desde luego, no. Salvo que mejore mucho en su rendimiento.
Temblores en las piernas entran al pensar en el eje central de la defensa, aunque afortunadamente sigue Bono en la portería (y Dmitrovic como suplente) y este año no hay Copa de África. A Rekik (central específico), Gudelj (reconvertido) y José Ángel Carmona (¿contará de verdad con él Lopetegui?), se suman Tanguy Nianzou (20 añitos) y Marcao (26 años y lesionado hasta octubre).
Nianzou tiene una pinta espectacular, pero necesitará partidos y acumular errores para convertirse en el gigante que hoy es Koundé. El fichaje de Marcao (26 años), de momento sin jugar un solo minuto, llega con su extraña lesión de isquiotibiales. Ahí ha puesto el dinero el Sevilla para dar relevo a Diego Carlos y Koundé: 16+4 millones de euros en Nianzou y 12 en el brasileño. Con ambos habrá que tener paciencia porque han fichado para las próximas cinco temporadas.
En el lateral zurdo, sobre el papel, se ha mejorado. Alex Telles (29 años), con experiencia, velocidad y muy buen toque de balón, debe mejorar a Augustinsson y dará competencia a Acuña, que también ha arrancado LaLiga un poco descentrado. Navas y Montiel también deben cubrir con garantías el lateral diestro.
En ataque, además del lesionado Tecatito, el Sevilla ha perdido la potencia de Lucas Ocampos, aunque su increíble bajón de rendimiento invitaba a darle una salida. La fuerza del argentino la suple el recién llegado Adnan Januzaj. Versatilidad, escasa aportación goleadora, buen asistente y calidad para asociarse y romper líneas. La duda está en si será capaz de rendir en el Sevilla con la continuidad que no ha alcanzado nunca a lo largo de su carrera. Partirá como extremo en la banda derecha, en la que también puede actuar Lamela, llamado a tener protagonismo esta temporada. Lopetegui cuenta con Isco, Papu o Suso, a ver si sale de sus problemas físicos, para que partan desde la banda izquierda, en la que también puede actuar en algunos partidos En-Nesyri.
Falta físico y dudas en el gol
En la sala de máquinas hay calidad (Rakitic -está en modo diésel-, Jordán –a ver si vuelve a ser el de antes- y Óliver Torres -ha empezado entonado-), pero no se ha fichado físico. Y para el gol, Dolberg es otra incógnita. Le gusta a Monchi y tendrá que demostrar que tiene más capacidad realizadora que En-Nesyri o Rafa Mir. No es, desde luego, un goleador contrastado, aunque Julen valora su capacidad para dar continuidad al juego de ataque.
En definitiva, dos fichajes (los centrales), dos cesiones (Alex Telles y Kasper Dolberg) y dos refuerzos que han llegado como agentes libres (Isco y Januzaj). Y muchísimas salidas, necesarias para cuadrar cuentas, limpiar el vestuario y rebajar el límite salarial.
Sigue siendo la cuarta plantilla más cara de la Liga, pero ha bajado el nivel y, sobre el papel, el Sevilla tiene plantel para pelear en igualdad de condiciones con otros aspirantes a la cuarta plaza como el Betis, el Villarreal o la Real Sociedad. Los tres primeros puestos, ahora es más evidente que nunca, serán para el Madrid, el Barça y el Atlético de Madrid. El exitoso modelo de negocio no le da para permanecer en ese privilegiado cuarto escalón. De esa glamurosa nube de Champions, salvo que el balón nos quite la razón, se ha bajado el Sevilla.