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Sevilla FC
Granadinos e hispalenses se citaron en el Nuevo Los Cármenes para el estreno de Quique Sánchez Flores y un encuentro trascendental en la lucha por salir de abajo.
El efecto
Saltaron los protagonistas al césped y, tras el pitido inicial de Busquet Ferrer, el balón echó a rodar en Granada. El Sevilla FC, que estrenaba entrenador, comenzó con mejor pie e imagen que la que venía ofreciendo en los últimos encuentros. El efecto del cambio en el banquillo se estrenó y Quique Sánchez Flores continuó con esa ‘intensidad’ de su primer día en Nervión.
A los cinco minutos ya tuvo la primera llegada el Sevilla FC y, pese a que no hizo excesivo peligro, a los veinte minutos ya abrió el marcador, mediante un pase de Suso -el mejor jugador cuando está enchufado- y un disparo de Pedrosa desviado por Gumbau que acabó en el fondo de las mallas. Sin embargo, ahí no se quedó la primera mitad, pues, a la media hora de partido, Lucas Ocampos reventó la portería con un trallazo muy lejano.
Ya en los instantes finales, Adrià Pedrosa estrelló en el larguero un muy buen disparo, mientras el Granada tuvo dos llegadas: un remate de Boyé y una buena jugada individual de Puertas. Con esto se acabó la primera mitad de Quique Sánchez Flores al mando de un Sevilla FC ‘intoxicado’ por el efecto del cambio en el banquillo.
Solidez
Los jugadores de ambos equipos regresaron al verde para una segunda parte con mucho que decir. El Sevilla FC, casi sin tiempo para respirar, dejó mudo a la afición local nada más comenzar, con un gran remate de cabeza, tras centro maravilloso de Suso, que acabó en el fondo de las mallas.
El partido siguió su curso, pero el planteamiento de Quique Sánchez Flores salió a la perfección. Los nervionenses parecieron, ya sí, un equipo de fútbol ordenado y trabajado. Bien juntito, muy sobrio y con buenas opciones de balón en campo contrario. Con un gran Kike Salas, un imponente Soumaré y un confiado Óliver Torres.
Ante ello, poco pudo hacer el Granada, aunque ganas no le faltaron. De hecho, los locales obligaron a Marko Dmitrovic a esforzarse al máximo en un mano a mano ante Antonio Puertas, que acabó en parada del serbio. Con el 0-3 en el marcador, el partido se calmó bastante, con el Sevilla FC más centrado en mantener la portería a cero. Tiempo hubo para ver sobre el terreno de juego a Manu Bueno, quien vio la roja, aunque, tras revisar la jugada el VAR, fue anulada justamente.
Ya en la recta final, Gumbau tuvo una buena oportunidad para los suyos, pero el disparo se marchó algo desviado. Por su parte, el Sevilla FC se empleó al máximo en su principal tarea, que era la de mantener la portería a cero, y lo acabó logrando. Vuelve a sumar de tres, en el estreno de Quique Sánchez Flores y con una goleada en campo ajeno.