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Sevilla FC
Con el club judicializado, a la espera de que esta misma semana decida el juez sobre las medidas cautelares solicitadas por José María del Nido Benavente y con el futuro institucional tan en duda como el del director general deportivo, Monchi, el Sevilla FC se agarraba a la figura de Jorge Sampaoli, que había logrado una reacción deportiva sumando cuatro triunfos consecutivos en el Sánchez-Pizjuán en LaLiga y conquistando el pase a los octavos de final de la Europa League. El sostén del equipo, sin embargo, también se tambalea. La humillante derrota encajada en el Cívitas Metropolitano, un ‘set’ (6-1) vergonzoso, ha hecho que el consejo de administración se plantee destituir al técnico argentino, según ha informado Carrusel Deportivo.
El Sevilla, cuarto por la cola con los mismos 25 puntos que su próximo rival en LaLiga, el Almería, vuelve a presentar su seria candidatura al descenso a Segunda división. La semana llega cargada. Dos partidos en Nervión. El primero, ante el Fenerbahçe, que se ha convertido en una incómoda cita cuando hace solo unos días la Europa League aparecía como una tabla de salvación con la que el Sevilla podía salvar la temporada. La segunda, la trascendente, ante el Almería, duelo directísimo en el que una derrota metería al equipo de lleno entre los tres peores de la competición.
Sampaoli no es el máximo responsable de una nefasta planificación realizada por Monchi que le ha dejado con un único central específico para las dos competiciones, pero de la misma forma que hizo las maletas Julen Lopetegui, podría hacerlas ahora el de Casilda para buscar una nueva reacción inmediata en el plantel. Hubo palabras que anunciaron bajada de brazos. Las del propio Sampaoli en rueda de prensa, en las que indicaba que “trasladar una idea global puede ser automática o, a veces, no pasar nunca"; o las de Marcos Acuña, quien ya se señaló arrojando al césped del Sánchez-Pizjuán el ‘papelito’ con las órdenes de Sampaoli y quien aseguró tras la goleada encajada ante el Atlético que se sobrepasaron “todos los límites. Nos dan herramientas y no las entendemos”.
El vestuario, parece evidente, ha dejado de creer en las ideas que propone el entrenador cuando llega el momento clave de la temporada, con un calendario con rivales directos: Almería, Getafe, Cádiz, Celta y Valencia. Ni siquiera contar con dos jugadores determinantes en las áreas, Bono en la portería y En-Nesyri en el área rival, está dando rédito a un equipo roto, desorganizado y sin contundencia en todas las zonas del campo.
Este mismo lunes entrena el Sevilla para preparar la cita del jueves ante el Fernerbahçe y, de momento, todo apunta a que lo hará con Jorge Sampaoli al frente. El presidente Pepe Castro, el vicepresidente Del Nido Carrasco y el director general deportivo, Monchi, tienen que tomar una decisión trascendente para frenar la clara descomposición en la que ha entrado el equipo. La tensión y la preocupación se palpan en una entidad que, para colmo, vive pendiente de la crucial decisión judicial que puede dar un giro en el órgano de gobierno del club.