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Sevilla FC
"Los últimos partidos hay que valorar que sacamos un cuatro de seis en Liga. Ahora es difícil mirar eso porque no esperábamos comenzar así. Lo que pasó, pasó. En los dos últimos partidos el Sevilla cambió", ha sentenciado Erik Lamela en Radio Marca Sevilla. El futbolista argentino, que se perdió el choque ante el Villarreal debido a la tarjeta roja recibida ante el Espanyol, ha comparecido ante los micrófonos del medio sevillano en la semana previa al duelo ante el Atlético de Madrid.
Un duelo que Lamela espera sea "un test, una prueba de fuerza", con el equipo dispuesto a "conseguir la primera victoria en casa y dar ese salto que estamos esperando". Tras empatar ante el Real Valladolid y perder con el FC Barcelona y el Manchester City, la afición del Sevilla añora aquél fortín que era el Ramón Sánchez-Pizjuán, y Lamela entiende "la frustración de la gente cuando los resultados no se dan. Estamos convencidos de que el sábado nos van a apoyar", añadiendo que espera "un estadio lleno y un público que nos va apoyar. Siempre tenemos un plus en casa".
Precisamente, en el feudo blanquirrojo serán los próximos tres encuentros de un Sevilla que tiene, en palabras de Lamela, "un calendario complicado, pero nosotros somos un equipo complicado para los demás, aunque no hayamos comenzado del mejor modo este año. Los rivales también saben que somos un equipo complicado".
Como el propio futbolista ha reconocido, el inicio de curso ha sido inesperado debido a los tropiezos frente a Osasuna, Valladolid, Almería o Copenhague. En relación con el fin de temporada pasado, donde se llegó a complicar la Champions, Lamela cree que fue "atípico con el tema de lesiones. En un momento parecía ilógico. El equipo consiguió el objetivo, que muchas veces no se le da importancia. No fue una mala temporada".
Con respecto a este curso 2022/2023, el argentino ha asegurado que el club tiene "una gran plantilla" y, aunque "tenemos nuevos jugadores que se están adaptando" el futbolista considera que "lo harán de la mejor manera. Esto lleva un poco de tiempo. Todos estamos tirando para el mismo lado".
Una de estas nuevas incorporaciones es Isco Alarcón, al que su compañero ve "cada vez mejor. Cada vez con más continuidad. Sabemos la clase de jugador que es. Si está bien es de primer nivel mundial", ratificando así la confianza que el cuerpo técnico y la dirección deportiva han depositado en el ex del Real Madrid.
Otro nombre del vestuario sevillista que ha sido noticia en las últimas horas es el de Papu Gómez, que ha reconocido que no sabrá dónde tendrá la cabeza en el mes previo al Mundial. El que no sabe si irá es Lamela, que es realista aunque ha asegurado que "uno nunca pierde la ilusión, pero no he estado convocado en las últimas listas. No cambiaré nada. Hay que ser honestos y hay que decir que me quiero sentir bien para ayudar al Sevilla. No pienso que los jugadores tengan esa mentalidad de pensar en el Mundial".
Ni Papu ni Isco han estrenado aún su cuenta goleadora este curso, algo que si ha hecho el 17 del cuadro hispalense. Pese a esto, Lamela sabe que la carencia ofensiva es una realidad en el Sevilla y ha reconocido que "todos somos culpables de esta situación. Culpables de que no lleguen los resultados. El equipo no jugó mal en algunos partidos y las situaciones para marcar no la aprovechamos. Y a la primera llegan y te hacen gol, como contra el Valladolid".
Poco puede hacer el argentino en una defensa que sigue echando de menos a Koundé y Diego Carlos para frenar la sangría de tantos recibidos, aunque si puede seguir erigiéndose como una de las referencias creativas de un Sevilla que lo necesita más que nunca.