Las notas del Elche-Sevilla FC: Lamela, Ocampos y Badé los mejores; tercera expulsión de Pape Gueye

Dmitrovic (7): Queda la duda de si pudo hacer más en el gol del Elche, aunque el balón se envenenó tras tocarlo Tete Morente. A éste le sacó dos zapatazos potentes. Muy bien con los pies, asistiendo con criterio a la gente de arriba. Sacó con los pies un remate de cabeza de Pere Milla en los instantes finales.

Jesús Navas (5): No tuvo su día el capitán. Dio la impresión de que jugó a medio gas y acabó viendo una amarilla, que pudo ser roja (no lo expulsó porque Díaz de Mera ya había expulsado a Pape Gueye), por una entrada a Tete Morente, quien le amargó la tarde y le ganó la acción por alto en el tanto del empate. Amonestado, con la quinta cartulina que le impedirá jugar ante el Madrid, lo sustituyó Mendilibar para dar entrada a Montiel.

Badé (8): Muy seguro. Tuvo el 0-2 de cabeza a la salida de un córner, pero su cabezazo se marchó fuera por muy poco. Quizás el partido habría tenido otro rumbo si el Sevilla hubiera aprovechado esa ocasión perdida. También amonestado de forma incomprensible en una jugada en la que tocó claramente el balón.

Rekik (6): Correcto en defensa. Aportó muy poco, nada, en ataque.

Alex Telles (5): Fue mejorando con el paso de los minutos, pero suyo es el grave error que da origen al tanto del empate del Elche. Con Acuña por delante y con diez sobre el campo, se prodigó poco en ataque, aunque tuvo una magnífica en la segunda mitad. Cruzó en exceso el balón y no llegó a su disparo-asistencia En-Nesyri.

Fernando (7): En su línea de seguridad. Dio un pase largo extraordinario a Navas al primer toque en el que quedó constancia de su calidad. Mendilibar le dio 70 minutos, entró Rakitic por él, porque es muy probable que tenga que volver a jugar ante el Madrid por el partido de sanción que le caerá a Pape Gueye.

Pape Gueye (4): Conociendo sus antecedentes y con el Sevilla por delante en el marcador, no puede hacer una entrada en la que toca el balón, pero en la que también impacta con su planta del pie en la espinilla del futbolista del Elche. Dejó al equipo otra vez en inferioridad numérica en el minuto 18 cuando estaba haciendo un buen partido. De hecho, participa en la jugada del 0-1, con un pase vertical a En-Nesyri para que éste asistiera a Lamela.

Acuña (6): De menos a más. Es listísimo. Jugó por delante de Telles en la primera mitad, se prodigó poco en ataque. En el arranque de la segunda, unos minutos junto a Fernando, pero cambió muy pronto Mendilibar a Lamela para dar entrada a Gudelj en el doble pivote. De nuevo en el extremo, buscó y encontró en alguna ocasión a En-Nesyri.

Lamela (8): El mejor del equipo junto a Ocampos. Más vertical y pisando más área. Muy buen gol con sangre fría cruzando el balón a la izquierda de Édgar Badía. Pecó de individualista en alguna ocasión en la que pudo asistir a En-Nesyri o a Ocampos.

Ocampos (8): Junto a Lamela, el mejor de un Sevilla que sufrió en inferioridad. Le da potencia y verticalidad al equipo, buscó como siempre el gol, pero esta vez no lo encontró.

En-Nesyri (6): Trabajó de forma incansable e hizo cositas interesantes prolongando el juego del equipo (ha mejorado con los pies). Apenas tuvo ocasiones de gol. Un remate de cabeza que se le marchó fuera.

Los cambios

Gudelj (6): En su línea de buen rendimiento. También amonestado en una jugada en la que tocó balón.

Rakitic (6): Correcto. Sostuvo a un equipo tocado tras muchos minutos jugando con diez.

Montiel (6): Como Navas, sufrió para sostener al mejor futbolista del Elche, un inspiradísimo Tete Morente, el MVP del partido.

Bryan Gil (6): Dio algún respiro al equipo con su calidad al mantener el balón. Como Ocampos, siempre se esperar algo de él.

Rafa Mir (4): Tuvo dos clarísimas. En la primera, optó por rematar en vez de buscar el pase atrás, donde esperaban Bryan Gil, Gudelj y Montiel.

El entrenador

José Luis Mendilibar (8): Sigue teniendo a todos enchufados y, pese a las rotaciones, el Sevilla sacó un punto en el Martínez Valero jugando en inferioridad y sigue sin perder. Con los cambios, el equipo pudo hacer más daño, pero no tuvo contundencia en los metros finales.