La charla de Monchi al vestuario: “La mayor parte de culpa es mía, pero la solución está en los jugadores”

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"Hoy hemos tenido una charla interesante. He hablado con la intención de levantar el ánimo. Estoy muy cerca del vestuario y necesitan verme fuerte, mi obligación es levantarme. Había en esa charla jugadores muy importantes, campeones del mundo, campeones de la Europa League, y tenemos que recuperar el mejor nivel individual y grupal. La solución pasa por la unión, decirnos las cosas, reconocer errores, pero buscar soluciones. Porque la mayor parte de la culpa es mía, pero la solución está en los jugadores, es lo que he transmitido. Todos dudamos ahora del trabajo, yo el primero, pero hay que volver a recuperar las sensaciones. El grupo necesita que entre todos le ayudemos para recuperar las sensaciones individuales y grupales", ha comentado el director deportivo del Sevilla FC, Monchi, en el programa ‘A Balón Parado’ de Sevilla FC TV.
Monchi ha indicado que siente “dolor y pena por no hacer feliz a la gente, pero saldremos de esta situación crítica” y ha reconocido que está viviendo “el momento más complicado” en sus muchos años en el club, tanto “en lo personal como en lo profesional”, pero aparca “el luto y el dolor” porque el cuerpo técnico y los jugadores tienen que verle “fuerte”.
Se ha sincerado Monchi. No puede esconder que está sufriendo con la crítica situación en la que se encuentra el Sevilla FC, coqueteando con el descenso a la Segunda división, pero confía en dar la vuelta a una situación crítica “en la que estamos por nuestras decisiones”.
“Evidentemente es un momento difícil. Muy complicado. Es tremendamente difícil encontrar algún atisbo donde agarrarse para cambiar las sensaciones internas que tengo. Toca levantarse, intentar revertir la situación y, siendo el momento más complicado que he vivido como director deportivo del Sevilla, no queda otra que mirar adelante, apretar los dientes y sacar fuerzas de donde a veces no las hay. Hay que intentar darle la vuelta a una situación crítica, en la cual nos hemos situado por nuestras propias decisiones”, ha afirmado, refiriéndose también a otros aspectos de su situación profesional y personal.
Le resulta imposible diferenciar lo profesional de lo personal: “Es difícil diferenciar lo personal de lo profesional para una persona apasionada, a veces exageradamente apasionada como soy yo. Siempre he dicho que soy un director deportivo atípico, no sé si mejor o peor. Mi vinculación con este club va más allá de un contrato, es una vinculación afectiva, emocional… En mi caso diferenciar lo profesional de lo personal es imposible. A nivel profesional estoy viviendo un momento muy difícil, en lo personal también complicado. Me afecta tanto que también me afecta en otras facetas de mi vida. Estoy sufriendo más de lo que le desearía a mi peor enemigo. Nada se ha escrito de los cobardes, hay que tirar para adelante. Hay que lamerse las heridas y seguir”.
Siente pena y dolor por lo que le tocando vivir al Sevilla FC: “Lo preocupante sería que no estuviera preocupado. Lo estoy por mi forma de ser y mi vinculación con este club. Tengo pena y dolor por lo que nos está tocando vivir. Pero el luto y las penas tienen que durar lo que tienen que durar. Soy un director deportivo que está muy cerca del vestuario y con muchos de ellos tengo una relación cercana y necesitan verme también fuerte. Tengo la obligación de levantarme y transmitirle a ellos lo que hoy les he intentado transmitir en una charla”.
Cree que es el mismo Monchi del año 2019: “Si me preguntas a mí, yo soy el mismo. Trabajo con las mismas ganas, tengo más experiencia… soy el mismo. A veces acierto y a veces me equivoco, como esta vez. Ni me ha comido el personaje ni soy distinto. Los que me conocen saben cómo sufro, cómo siento este trabajo. Desgraciadamente soy humano. Hay gente que no asume que me pueda equivocar y entiendo que digan que es que cobro mucho, no tanto como dicen por ahí. Pero soy el mismo y trabajo con las mismas herramientas, con el mismo grupo, con las mismas horas que le quito a mi familia y a los amigos. Siendo humano, tengo derecho a equivocarme. Cuando uno se equivoca tiene que reconocer el error e intentar corregirlo. Si lo haces, por lo menos eres honrado. Si después no lo corriges puedes decir “oye, hasta aquí llegué, que venga otro”. Ahora mismo estoy intentando corregirlo, esperemos que pueda”.
Confía en poder dar la vuelta a la crítica situación: “Soy una persona optimista, que piensa que se pueden encontrar soluciones. Estamos en ese momento, de intentar centrarme en aquello que yo puedo aportar. Estar cerca del cuerpo técnico, darles mi opinión cuando me la piden, también a los jugadores. Mi obligación es estar cerca de ellos y transmitirles cariño”.
Su mayor premio como director deportivo es hacer feliz a la gente: “No tengo ganas de revancha ni conmigo ni con nadie. Solo tengo ganas de hacer lo que más feliz me hace en el mundo, que es hacer feliz a los sevillistas. No hay un premio mayor para mí como director deportivo en estos más de veinte años que el haber hecho feliz a mucha gente. Ahora estoy dolido y con pena porque no lo hago. Bueno, yo tampoco soy supermán, pero hay mucha gente que dentro del Sevilla lo está pasando mal. Eso para mí es uno de mis grandes pesares. Cuando hemos ganado todo yo era feliz porque hacia feliz a la gente que comparte ese sentimiento contigo. Ese es el mayor premio que hay para un profesional del fútbol. Estoy en eso, pero no tengo revancha, no soy una persona rencorosa. Ojalá terminemos esta pesadilla y el final de temporada sea más tranquilo y la gente pueda disfrutar… y esto se convierta en una experiencia negativa que nos haga aprender en el futuro”.
Las redes sociales le sirven para percibir y sentir a la gente: “Yo en las redes sociales entro. Si eres capaz de convivir con ello, no es sano ni insano. Evidentemente a mí me gusta ser ‘trending topic’ porque ganamos la Europa league, no porque perdamos 6-1. Pero lo asumo, no me saldría de las redes sociales. Creo que es bueno también percibir y sentir a la gente. Por la calle, igual que por el móvil, lo que recibo son muestras de apoyo. El 100% de las personas que me dicen algo por la calle, y son muchas porque no me escondo, son palabras de ánimo”.
Sigue haciendo su vida normal en Sevilla: “No he cambiado nada porque no he matado a nadie. Evidentemente yo tampoco soy un fiestero. No he cambiado mucho porque tampoco hago nada. Vivo en la ciudad deportiva, cuando estoy en La Buhaira, en San Bernardo… Yo me levanto a las 6.30, voy al gimnasio, paseo a Luna porque Piña esta en San Fernando y luego me voy a la ciudad deportiva. A veces como allí y hasta las siete y media u ocho que me voy a ver a mi amigo Roberto Leal a Pasapalabra, que es mi programa favorito. Y después, si no es futbol pues me pongo a trabajar. No soy mucho de salir, pero si quiero dar un paseo con Luna o por Sevilla no tengo ningún problema”.