Monchi y el debate de su continuidad: “No arrojo la toalla, tengo ilusión y seguiré hasta que sea útil”

Edición
Quienes le conocen aseguran que no es el Monchi de siempre, que está alicaído, y consideran que muchos de sus errores esta temporada (él mismo ha reconocido que puede ser su peor planificación desde lleva la dirección deportiva del Sevilla FC) son la consecuencia de su bajo estado de ánimo. Se especula, incluso, con que puede marcharse del club en cuanto concluya la temporada. Él, de momento, cierra ese debate. Considera que no aporta nada decir si va a marcharse o no, sabe que ahora no tendría a todos a su favor, y se quiere centrar en ayudar al equipo a seguir creciendo en el rendimiento deportivo.
“Pienso que hoy en día la continuidad de Monchi no es un tema de debate. Los errores han ido restando credibilidad a mi capacidad. Ese debate hace tres años crearía incertidumbre, hoy en día habría gente que se pondría contenta. Yo soy el mismo personaje de siempre, he bajado al campo y al vestuario, siempre. O despierto fobias o filias. Ahora hay más cámaras, las cosas no están saliendo bien, pero los que lleváis más tiempo me conocéis. No voy a cambiar nada. Yo he hecho un anuncio para los abonos; he sido consejero de este club; he hecho muchas más cosas que las que hace un director deportivo”, argumentó Monchi en la rueda de prensa en la que hizo balance del mercado de invierno.
Una larga respuesta a la pregunta de si estaba pasando por su momento más bajo: “Yo soy un privilegiado. Hago lo que me gusta, en el club que me gusta y rodeado de la gente que lleva conmigo muchos años. Me gusta que digan que soy bueno, antes de que comenten que soy malo, no soy masoquista. Pero tampoco le voy regalando jamones a la gente para que hable bien de mí, y tampoco me voy a frustrar si lo hacen. Lo que pensé es que me iba a aislar de todo. Voy a intentar sacar lo mejor de Monchi para recuperar el terreno perdido. Han salido un montón de nombres que han sido verdad, pero hemos tenido muchos casos, y no voy a decir nombres, en el que jugadores que no estaban jugando han empezado a jugar y a marcar goles”.
“Me levanto todos los días dando gracias a Dios. Trabajar en este club es un privilegio. Me gustaría equivocarme menos y he hecho méritos para que me den palos. Lo que he hecho es refugiarme en el trabajo. Llevo muchos años trabajando en este club y verme el 17 ó el 18 me duele mucho, me jode. No digo más que a nadie, pero me duele mucho. La peor temporada desde que estoy acabamos fue noveno y acabamos ganando la Europa League”.
En cuanto a su relación con los dirigentes del club, Monchi asegura que es ”buena. Discuto con todos. El presidente, el vicepresidente, mis compañeros, los entrenadores… Soy controlador, me gusta controlar todo, y cabezón. Yo soy así. Con Fernando y Emilio discuto, que son mis mano derecha e izquierda, discuto. Yo sufro mucho. Yo un día que marcó Maresca salí llorando del campo. A mí verme el 17 en la tabla me duele tela. Yo no arrojo la toalla. Yo estoy con la misma ilusión, motivación y las mismas ganas. Estaré hasta que sea útil. Mi modelo no lo voy a cambiar después de tantos años. Además, me motiva un montón sacar a este equipo de esta situación porque es un reto que nunca he tenido. Cuando me cabreaba por estar tercero, digo ahora, seré gilipollas. Soy consciente de que me estoy equivocando. Si digo si me quedo o si me voy, no creo que sirva para mucho. Ahora tenemos que gestionar el poder tener ahora a 22 jugadores profesionales que están disponibles para Barcelona. Ahora no aporta nada que yo diga si sigo o me voy, lo que aporta es intentar tirar para adelante con Jorge y con todos. Esta plantilla es mucho mejor que el 60 ó 70 % de las plantillas que hay en Primera división. Ahora que se ha acabado el mercado vamos a tratar transmitir esa confianza, no en mí porque en mí hace tiempo que se ha perdido, si no en el equipo”.
Monchi, por otra parte, no quiso aclarar si había hablado con Del Nido Benavente para incorporar a un jugador si el expresidente llegaba al poder, “las conversaciones privadas con Del Nido Benavente no creo que sean objeto de esta rueda de prensa”, y aclaró su mensaje a los Fieles de Nervión, a los que dijo en verano que estaba con más ilusión que nunca: “La ilusión que tenía sabiendo que iba a ser un mercado complicado con la venta de Koundé y Diego Carlos. El sinónimo de ilusión, cargarse de ilusión, en ese momento, era de motivación. Sabía que tenía que afrontar un mercado difícil después de tres años de éxitos en los que el Sevilla ha batido todos los récords habidos y por haber. Cuando vienes de ahí y sabes que van a faltar argumentos, o te cargas de ilusión en ese momento, o te bajas. Te tienes que cargar de motivación porque las decisiones eran complejas. El dinero está en el campo. Solo hay que ver el coste de plantilla, que es un dinero que hemos generado. El problema es que la inversión que hemos hecho no ha tenido como correlación un rendimiento. El dinero… creo que no hay dividendos en los últimos años, los consejeros me pueden corregir. El dinero está en el campo, pero se ha invertido mal en algunos jugadores”.