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Sevilla FC
No se les puede culpar del empate en el Sánchez-Pizjuán, un solo punto de seis en las dos primeras jornadas de LaLiga. El problema del Sevilla FC no son los refuerzos, y probablemente tampoco son la solución, aunque Nianzou estuvo a punto de marcar en un cabezazo y de Isco se esperan pases definitivos y algunos goles. Tuvo que salir al rescate, gracias al error de Asenjo, un central que se va agigantando en cada partido que suma en sus piernas: Rekik. El problema del Sevilla es que no tiene, a veces tampoco lo genera, gol.
¿Qué partido se habría visto si Rafa Mir marca en la extraordinaria jugada que protagonizaron él y Lamela? Se quedó Rafa Mir solo ante Asenjo antes de que se cumpliera la primera media hora de partido, pero no encontró la definición de un delantero top. Ya en el arranque de partido tuvo una similar a la que envió a la red en Pamplona, pero en esta ocasión acabó el balón en la grada. Óliver Torres disfrutó de otra oportunidad en una magnífica jugada de estrategia en un saque de banda (se le fue el remate al lateral de la red) y el debutante Nianzou impuso su poderío físico en un cabezazo que tampoco acabó en gol.
Si Rafa Mir hubiera abierto la lata en la primera hora de partido, tal vez al Valladolid le habrían caído tres, o cuatro. Pero no lo hizo y ya antes del descanso Bono evitó el desastre ante Sergi Guardiola en una mala decisión de Papu Gómez en la salida de balón, en la que puso en aprietos a Nianzou. Lamela, con cierta fortuna, envió al palo un balón antes de que todos se marcharan al vestuario con empate a cero. Conclusión del primer acto y del partido: al Sevilla le falta gol.
En la segunda mitad, los mismos síntomas del mismo problema: Óliver Torres en un tiro demasiado cruzado, Rafa Mir -en fuera de juego- envió alto una asistencia de Nianzou incorporado al ataque y En-Nesyri -marcó, pero en fuera de juego-. El Valladolid generó poquísimo, pero marcó Anuar en el 80’ para meter el dedo en la llaga de un equipo herido que ha perdido la autoestima. Vamos entrando ya en un análisis más profundo.
El Sevilla domina, controla, presiona, mueve bien el balón con mucho criterio… pero todo ese fútbol estético, una buena puesta en escena en su debut en Nervión, queda en nada porque falta claridad y mordiente en los metros finales. El gol no fluye y, probablemente, no todo sea un problema de delantero, porque Rafa Mir, al margen de fallar un gol que Benzema habría enviado a la red, hizo controles, paredes y movimientos interesantísimos que aportan muchísimas cosas al equipo.
Muy buen debut de Tanguy Nianzou
El empate empaña el debut de Tanguy Nianzou, que tuvo detalles de lo que se le presume, un futbolista de ‘clase A’ al que le faltaban los minutos y el protagonismo que va encontrar en un Sevilla de Champions. Salvo un par de malos despejes en los que dejó en ventaja a un rival, uno de ellos el del aprieto en el que le puso Papu, tuvo presencia en ataque -en especial en las jugadas a balón parado-, una acción de anticipación de mucho mérito, buena salida de balón e, incluso, calidad defensiva en un mano a mano en el que se pedía un inexistente penalti. Arriesgó, pero tocó balón para evitar una clarísima ocasión de gol del conjunto vallisoletano. Además, tiene carácter, espíritu de líder (protestó una acción de amarilla en un pisotón a Jordán) y la agresividad tan necesaria para competir en la elite.
Más dudas dejó el debut de Isco. No se pincha el globo, ni mucho menos, pero no se conectó al partido como de él se esperaba. La calidad la tiene, sin embargo, no pisó los terrenos de la verdad. Mostró su compromiso defensivo. Su primera acción fue un robo de balón y recibió una cartulina amarilla en una acción en la que llega tarde al balón. Pero de él se esperan últimos pases y alguno de los goles que tanto necesita el Sevilla.
Alex Telles volvió a dejar detalles de calidad y, tras la absurda expulsión de Acuña en una tangana provocada por una salida de tono de Ocampos (fue excesivamente duro a un balón al que llegó tarde), habrá que verle actuando de titular en Almería en la tercera jornada de Liga.
El Sevilla ha arrancado LaLiga situándose en el peor de los escenarios posibles. El equipo muestra detalles interesantes, pero se está metiendo en la misma espiral angustiosa y derrotista en la entró en la recta final de la pasada temporada. Los fichajes van llegando y aportan. La duda que queda es si al equipo sólo le falta gol o se trata de algo mucho más profundo: la decadencia de un proyecto acabado, sostenido por las circunstancias, y que está abocado al fracaso. El tiempo nos sacará de dudas. Por cierto, Marcao no debutó. Con él, el tiempo también nos sacará de dudas.