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Sevilla FC
Quincy Promes ha sido detenido en Dubái por la policía de Emiratos Árabes, a petición de las autoridades de Países Bajos. El neerlandés debe cumplir una condena de seis años impuesta por la justicia neerlandesa debido al tráfico de más de 1.300 kilos de cocaína desde Brasil hasta el puerto de Amberes oculto en un cargamento de sal marina.
La policía neerlandesa recibió información que indicaba que Promes estaba involucrado en el tráfico de cocaína, poseía teléfonos criptográficos y habría invertido 200.000 euros en el negocio ilegal, por lo que decidió iniciar una investigación criminal al futbolista. Además de esta condena de seis años, también afronta una de un año y medio por apuñalar a su primo en la rodilla durante una reunión familiar en julio de 2020.
Promes nunca participó del proceso judicial alegando que priorizaba sus obligaciones laborales por las que se mantenía en Rusia. En ese momento jugaba en el Spartak de Moscú y recurrió la sentencia cuando se hizo oficial. Hasta febrero de este año no se ha ratificado la condena de seis años a la que tendrá que hacer frente el exjugador del Sevilla FC. Cuando se conoció la sentencia, el jugador se declaró en rebeldía y no pudo ser detenido hasta el día de hoy en los Emiratos Árabes, ya que residía en Rusia donde no se le podía detener.
La fiscalía neerlandesa no ha confirmado si ha presentado una petición oficial para que el jugador sea trasladado desde el país árabe, con quien Países Bajos tiene un tratado bilateral de extradición. Esta haría que el futbolista acabe llegando a su país para ingresar finalmente en prisión para cumplir la condena por tráfico de drogas.