Rayo, España, Madrid, Oporto… duros despidos de Lopetegui, sin más ‘vidas’ extras en el Sevilla

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A Lopetegui no le quedan ‘vidas’ extras y el calendario hace pensar en lo peor. El Sevilla FC tiene que afrontar tres compromisos en el Ramón Sánchez-Pizjuán a la vuelta del parón de selecciones y, visto el nivel de los contendientes (Atlético de Madrid, Borussia Dortmund y Athletic Club), Nervión puede convertirse en un insoportable polvorín. Si la grada, ya crispada, vuelve a mirar al palco y a pedir la dimisión del presidente Pepe Castro, se habrá acabado la trayectoria de Julen Lopetegui en Sevilla, no hay la más mínima duda.
El club ha decidido esperar y que los resultados, si son malos, haga caer la fruta madura. Lo ideal para el Sevilla sería que Julen aguantara hasta noviembre. Doce partidos y después el Mundial de Catar, tiempo suficiente para realizar un cambio en el banquillo y para que un nuevo técnico pueda realizar una pretemporada con los que futbolistas que no acudan al Mundial.
¿Aguantará Julen hasta esa fecha? ¿Aprovechará este parón para recuperar a jugadores y para mejorar la puesta a punto de otros futbolistas que le den otro aire al equipo? Marcao ya está entrenando con un readaptador, aunque aún en solitario; Fernando, cayó lesionado en Villarreal, debe estar en condiciones para recibir al Atlético de Madrid; los nuevos (Nianzou, Doblerg, Januzaj y el propio Isco) pueden mejorar su estado físico y de conocimientos tácticos; y el equipo, con once internacionales, puede limpiar la mente antes del segundo tramo decisivo de la temporada.
En la cabeza de Lopetegui debe estar la jornada diez, en la que fue despedido tanto del Rayo Vallecano (en noviembre del 2003) como del Real Madrid (octubre del 2018), una de las casualidades que brinda el fútbol. El Rayo militaba en Segunda y tras lograr un solo punto de quince posibles, con los que caía a zona de descenso, el conjunto madrileño decidió prescindir de sus servicios. Ese año el Rayo acabó descendiendo a Segunda división B.
Lopetegui, entonces, asumió su gran parte de culpa: "Conozco la cultura del club. Estoy identificado con el Rayo y con su afición. No me sorprende una destitución porque el fútbol depende de los resultados y no los estamos consiguiendo". La derrota ante el Éibar supuso su cese fulminante: "El equipo ha tenido muchas ocasiones y el Éibar ha sabido aprovechar la única ocasión de gol que ha tenido".
Al Madrid llegó después de que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, considerara que su compromiso para dirigir al Madrid después del Mundial de Rusia iba contra los “valores de la RFEF”, una referencia implícita a la deslealtad del seleccionador. Posiblemente, una injusta decisión que le abrió las puertas del club merengue antes de lo esperado. En el 2016 se convirtió en seleccionador sustituyendo a Vicente del Bosque y el 14 de junio de 2018 inició su etapa en el Madrid.
Al Madrid llegó como sustituto de Zinedine Zidane y su paso por el conjunto merengue fue fugaz. Perdió la final de la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid y tan sólo aguantó diez jornadas de Liga. La ‘manita’ encajada en el Camp Nou, 5-1, fue la gota que colmó el vaso. El club, en el comunicado en el que anunciaba su despido, indicaba que no eran aceptables tan malos resultados teniendo "8 candidatos al Balón de Oro en la plantilla". Antes de conocer la decisión, Lopetegui manifestó tras la dura derrota en el ‘Clásico” que él no era quien tomaba “las decisiones. Ya he explicado cuál es mi parecer, mi sentir, mi ánimo y mi creencia en este equipo. Me veo fuerte para continuar y remontar la situación".
Del Oporto, al que dirigió antes de ser seleccionador, salió en febrero de 2016, tras una temporada y media al frente del primer equipo que, curiosamente, el mismo día de la destitución era nombrado mejor club portugués de 2015 por la IFFHS. En su primera temporada logró ser segundo en la liga portuguesa, mientras que en la Champions League cayó en cuartos de final ante el Bayern Munich de Guardiola.
Peor le fue en la segunda temporada. Hubo bajas importantes (Jackson Martínez, Danilo, Alex Sandro, Ricardo Quaresma, Casemiro y Óliver Torres) y altas (Iker Casillas, Tecatito Corona o Giannelli Imbula). Este último, el fichaje más caro en la historia del club -20 millones de euros-, fue el motivo del llamativo enfado del presidente del Oporto. "Imbula llegó por interés de Lopetegui; nos dijo que era un Ferrari. Yo le preguntaba después si el Ferrari era para dejarlo en el garaje”.
Abruptos despidos en el pasado a los que se mira teniendo en cuenta el complicado presente. En el primer tramo de la temporada ha salvado la cabeza con el triunfo en Cornellá ante el Espanyol y los empates a domicilio en Copenhague en Champions y en Valencia ante el Villarreal. Está por ver si, con el difícil calendario que le espera y a un punto del descenso, logra sobrevivir antes de que llegue el Mundial de Catar.