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Sevilla FC
Aire fresco en el Sevilla FC. Como ya ocurrió en la pretemporada cuando aún estaba al frente del equipo Julen Lopetegui, hay mucho talento en la carretera de Utrera y, aunque el Sevilla Atlético esté en la zona baja de la tabla en Segunda Federación, Jorge Sampaoli puede mirar al filial para dar al Sevilla que quiere construir el amateurismo que predica.
Los chavales le pusieron ganas, pasión y muchísima calidad. Superaron al Monaco con buen fútbol; remontaron el 0-1, marcado por Martins antes de que Sampaoli introdujera a nueve canteranos en el campo -solo se quedaron Dmitrovic y Januzaj-; le pusieron intensidad en la presión; Carlos Álvarez provocó un penalti que no pitó el colegiado sevillano Jorge Figueroa Vázquez; y Pedro Ortiz regaló a los aficionados que acudieron al Sánchez-Pizjuán pese a la lluevia un golazo recién rebasado el círculo central del centro del campo.
Un golpeo extraordinario con su pierna zurda con el que superó al meta del Monaco. “Un gol de Maradona”, según lo calificó Fernando Reges. Tras pasar un año complicado con una grave lesión y vivir un momento complicado en lo personal con el fallecimiento de su madre, Pedro Ortiz ha vuelto al filial, ha marcado un gol y ha dado una asistencia. Él está llamado a ser, junto a otros futbolistas como Carlos Álvarez, uno de los canteranos que, al igual que Carmona o Kike Salas, se sumen al primer plantel del Sevilla.
Ausencia de Isco
Antes de la revolución de los jóvenes, dejó el Sevilla de Sampaoli buenas sensaciones y vicios del pasado. La vuelta de Fernando, en buen tono físico, se antoja fundamental para dar equilibrio al equipo. Se metía a veces entre los centrales y en ocasiones se incorporaba al ataque con una limpia salida de balón. Sacó un baló bajo palos en una de las buenas ocasiones que generó el Monaco.
También aportó más dinamismo y peligro Suso, que tuvo la mejor ocasión del Sevilla en un disparo a la cepa del palo. Se le ve en mejor tono físico y su aportación puede ser clave en la segunda fase de la temporada tras el Mundial. Otro disparo suyo, uno de Óliver Torres y un cabezazo de Rafa Mir a las manos del meta del Monaco, fue toda la producción ofensiva de un Sevilla que tuvo posesión y dominó durante muchas fases del primer tiempo.
En la parte negativa, los errores no forzados en la salida de balón (en uno de ellos llegó el gol) y las facilidades que, a veces, daba en defensa, en especial en el lateral zurdo. Aguilar envió un balón a las nubes con todo a favor; Dmitrovic y Fernando, bajo palos, evitaron el tanto de Golovin; también Dmitrovic evitó el gol de Ben Yedder sacando un remate del francés con su pierna derecha; y el tanto del exsevillista con un exquisito toque de balón, coreado por la afición, llegó en claro fuera de juego.
No estuvo mal, dejó detalles de muchísima calidad, Januzaj, aunque fue el único que se quedó junto a los canteranos y, en principio, no cuenta para Jorge Sampaoli, quien utilizó el amistoso para tratar de llevar al campo los ensayos tácticos de la ‘intertemporada’ que realiza el Sevilla durante el Mundial. Mejoró algo su Sevilla titular, pero le faltó la contundencia de siempre en las áreas. Lo mejor, la frescura y la aportación de los canteranos, y el gol de Pedro Ortiz, que va a quedar grabado en la retina de la afición.