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Sevilla FC
Ganar siempre es importante, pero si le preguntas a un entrenador te dirá que antes de un parón todavía más. No tener la posibilidad de resarcirse a la semana siguiente hace que se convierta en un viacrucis para todos. En la afición se generan dudas, los jugadores van con otro ánimo a entrenar y los entrenadores empiezan a dar vueltas a la idea y pierden el foco. Por ello, el Sevilla FC afronta el partido ante el Girona como una pequeña final.
No ha sido el inicio de temporada soñado. Tras tres jornadas, los hispalenses solo suman dos puntos en su casillero. Nadie puede negar que ha hecho méritos para más, pero así es el fútbol y lo único que vale es meter un gol más que tu rival. Los de García Pimienta tendrán nuevamente el respaldo del Ramón Sánchez-Pizjuán. Ese que cuando pita el árbitro el comienzo del partido se olvida de mercados, dirigentes y todo lo que hay fuera del terreno de juego.
Su rival en esta ocasión será un equipo que en principio parte con sus mismas aspiraciones, pero que parten de puntos distintos. Los de Nervión vienen de hacer su peor puntuación del siglo XXI mientras que los de Michel firmaron la mejor temporada de su historia. Ahora les toca demostrar que no fue cosa de un año y han llegado para quedarse. Aprender a convivir LaLiga y Champions, sumado a las bajas que han tenido será su gran reto para este curso. De momento ya se han quitado las dudas iniciales con su última goleada ante Osasuna por 4-0.
Ha sido un verano movido en tierras catalanas. Hasta cuatro de sus pilares (Couto, Aleix García, Savio y Dobvyk) han emprendido el vuelo hacia nuevos retos. Con Quique Cárcel a la cabeza, han realizado un mercado en su línea. Apuestas por talento joven y algún jugador que en los últimos tiempos se había perdido para la causa.
Justamente este es el caso del último en llegar. Danjuma aterriza en Girona tras un paso irregular por el Villarreal y ha entrado en la convocatoria para viajar a la capital andaluza. Un capítulo más del ensañamiento que el destino parece tener con el Sevilla FC, una vez el neerlandés ya le marcó en la segunda jornada con los groguets. Por otro lado, estará el aliciente del regreso de Bryan Gil. El canterano sevillista volverá a pisar el Ramón Sánchez-Pizjuán, pero ahora con una camiseta diferente.
A esto se le suma que García Pimienta no podrá contar con uno de sus hombres importantes. Saúl Ñíguez, que ya se perdió la primera jornada por sanción, tendrá que cumplir dos partidos por la roja vista en Mallorca. El exjugador del Atlético de Madrid ha demostrado en los encuentros que ha jugado su calidad y sus dotes de liderazgo. También está en duda la presencia de Ocampos. El argentino, a la espera de ver que pasa con su futuro, se ha resentido de unas molestias en la rodilla y podría no entrar en la convocatoria.
Una bestia negra reciente
En los últimos años, el Girona se ha convertido en un dolor de cabeza del Sevilla FC. Si bien los sevillanos, ganaron sus tres primeros enfrentamientos contra ellos los cinco siguientes han caído del lado gerundense. El precedente más reciente fue el más doloroso de todos. Un 5-1 en Montilivi en el que parecía que se derrumba todo y el equipo emprendía rumbo a Segunda División. Por suerte, Quique Sánchez Flores consiguió enderezarlo.
Los datos tampoco son mejores para García Pimienta. Hasta en tres ocasiones se ha enfrentado al Girona de Michel y en las tres ha perdido. Por todo ello, este Sevilla FC-Girona es mucho más que un partido más. Es la oportunidad de romper todos estos récords negativos, pero sobre todo de arrojar luz en la oscuridad que asola Nervión de un tiempo a esta parte.