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Sevilla FC
Contar con la cantera de verdad. No lo hizo Lopetegui la pasada temporada. Convocó a muchísimos jugadores canteranos a lo largo de la campaña, pero no era una apuesta real. Muchos jóvenes con el primer equipo sin minutos de calidad. Descendió el filial, muchas veces con falta de sus mejores efectivos, y realmente Lopetegui no hizo futbolista profesional a ningún canterano. Sólo Iván Romero estuvo en el escaparate y tuvo sus momentos de gloria.
El primer nombre propio a destacar es el de José Ángel Carmona. Hizo pareja con Rekik como central y estuvo excelente. Contundente, agresivo, rápido, muy bien en la salida del balón (ninguna pérdida) y valiente en las jugadas a balón parado. Logró cabecear el balón colgado en una falta por Acuña en la primera oportunidad que tuvo el Sevilla en el Suwon World Cup Stadium de Corea del Sur.
No fue el único, destacaron otros muchos liderados por Rakitic en una segunda mitad en la que Lopetegui utilizó un once completamente diferente, manteniendo en el mismo tan sólo a José Ángel Carmona, quien dejó el campo en el 60’ sustituido por Gudelj. Utilizar al serbio desde el inicio, como tantas veces el pasado año, habría sido lo fácil.
Poner a José Ángel Carmona en un escenario imponente con 43.998 espectadores (faltaron dos en un recinto con capacidad para 44.000) es un giro importante en el modo de actuar de Lopetegui. Es un amistoso, pero se envía una señal vital a todos los que aprietan desde abajo sintiendo verdaderamente el Sevilla. Y la afición, seguro, estará encantada viendo dejarse el alma a jóvenes con la sangre roja. Hay cantera con mucho fútbol en sus botas y un futbolista que es de los últimos de la lista: Munir. Sólo Nacho Quintana (entró en el 81’) y Juanlu (en el 85’) jugaron menos minutos que él (sustituyó a Luismi Cruz en el 70’).
La agradable sorpresa protagonizada por los jóvenes en la segunda mitad (frescura, ganas, hambre, intensidad y muchísima ilusión) se gana el arranque de esta crónica porque el Sevilla pudo, incluso, remontar. En una de las muchas malas salidas de balón del Tottenham pudo Iván Romero dar el triunfo a los de Lopetegui. Su tiro cruzado, con toda la intención de un goleador, se marchó fuera por muy poco.
Antes Harry Kane adelantó al Tottenham en una jugada muy mal defendida. Saltaron las alarmas y las dudas, pero el Sevilla se rehízo, logró hacerse con el control del partido y tuvo momentos de fútbol con chispa y calidad. En una de las llegadas, asistió Luismi Cruz a Rakitic para que el croata golpeara con calidad desde fuera del área a la red y firmara el empate con el que acabó el encuentro.
No hay que restar méritos a un buen primer tiempo. Con los mismos hombres, no jugó Marcao, se pulieron algunos de los desesperantes defectos de la pasada campaña. El Sevilla ganó la posesión con un pequeño margen de diferencia, un 56% frente al 44% de los Spurs, pero fue una posesión más auténtica, con menos mentira en pases ridículos entre centrales y el portero. Dimitrovic, de hecho, buscó el pase largo en la mayoría de las ocasiones. En uno de ellos, contragolpeó el Tottenham y logró marcar Kane (manos blandas de Dimitrovic), pero estaba en claro fuera de juego.
Hubo más verticalidad, más desborde y más disparos desde fuera del área. Lamela envió al palo un extraordinario zurdazo que pudo suponer el 1-0 en el primer acto. También lo intentó el Papu, muy dinámico y generando fútbol, y Rafa Mir, desaparecido en el arranque y mejor en los compases finales.
En general, una circulación más rápida del balón y más mordiente. Presión alta en muchas fases, recuperaciones tras pérdida y llegadas al área con bastantes efectivos, tanto dentro como esperando un posible rechace. Primer tiempo atractivo que tuvo, incluso, una tangana al concluir el primer acto con Montiel como foco del incendio (recibió un codazo involuntario de Son en la boca que le provocó una llamativa hemorragia).
Empate en el primer amistoso del Sevilla que deja muy buen sabor de boca. En nombres propios, Lamela puede ser un futbolista determinante en la 22/23, demostró que está con ganas de hacerse gigante. Fernando y Acuña son dos seguros de vida. Montiel también está llamado a ganar protagonismo. Al Papu le sobra talento y ganas para liderar el juego del equipo. A Ocampos no se le detectó un chip cambiado, estuvo más o menos en la dinámica en la que acabó. Y José Ángel Carmona demostró a Lopetegui, en representación de los jóvenes, que con confianza el Sevilla tiene una gran cantera.