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Sevilla FC
La Cerámica acogía un duelo entre dos equipos que han llegado a estas últimas jornadas sin opciones de pelear por el objetivo de entrar en Europa pero cuyos actuales entrenadores han hecho un trabajo prácticamente inmejorable. Tanto Quique Flores como Marcelino cogieron a un conjunto muy debilitado y desde sus llegadas han firmado puntos para estar en posiciones europeas.
Aunque el Villarreal aún mantiene la esperanza matemática, los siete puntos que le distanciaban del Real Betis al iniciar la jornada se antojan una distancia lo suficientemente amplia para descartar esta posibilidad. Por su parte, el Sevilla FC ya sólo aspira a quedar lo más alto posible en la tabla.
Control amarillo, eficacia sevillista
El Villarreal comenzó siendo el equipo que más presencia acumulaba en el área contraria. Los de Marcelino supieron combinar el juego más estático con la verticalidad cuando los hispalenses subían la línea de presión. De esta forma llegó la primera ocasión clara de los groguets. Un pase filtrado perfecto de Baena dejó a Guedes con una autopista por delante, pero cuando llegó al área se le apagó la luz al portugués y el pase atrás a Sorloth salió con más potencia de lo debido y el noruego no pudo rematar.
El Sevilla FC llegaba a cuentagotas a tres cuartos rival pero cada vez que lo hacía generaba peligro, no tanto por las ocasiones generadas sino por los riesgos tomados por los jugadores del Villarreal. Ya en un lanzamiento de falta los sevillistas pidieron penalti por un posible contacto de Sorloth en el pie de Agoumé que Díaz de Mera no consideró como tal. Menos dudas le dejó la mano de Kiko Femenía en el área en un salto con Suso que sí fue señalada como penalti. La pena máxima la convirtió En-Nesyri con un disparo ajustado a la que no pudo llegar Jörgensen a pesar de acertar las intenciones del marroquí.
No se vinieron abajo los de Marcelino tras el gol y prácticamente de inmediato llegó la respuesta por parte del pichichi de los groguets. Sorloth cabeceó con potencia al fondo de las mallas un gran centro de Jorge Cuenca para poner la igualada y sumar uno más a su cuenta particular esta Liga que ya sube hasta los 19 tantos. Parecía que la primera parte iba a morir con empate hasta que Jesús Navas se inventó un centro de los que sólo él sabe poner para que En-Nesyri de cabeza volviera a batir a Jörgensen. Un gol más para el marroquí que debe abrir el debate si es más rentable su venta este verano o qué Nervión siga disfrutando de sus tantos.
Tanto defender le costó caro
El Villarreal salió decidido en la segunda parte a conseguir darle la vuelta al marcador y no dejar escapar el sueño europeo. Baena tuvo en sus botas el empate nada más arrancar pero Nyland se hizo enorme para sacar la mano al tiro del centrocampista desde el punto de penalti. El asedio amarillo hizo dar un paso atrás al Sevilla FC que por momentos defendía con los 11 jugadores por detrás del balón. Situación que no parecía incomodarles e intentaban salir a contra cada vez que podían.
Marcelino empezó a mover el banquillo buscando piernas frescas y sustituyó a Ilias por Traoré. Su homónimo en el banquillo sevillista también hizo su primer cambio aunque en su caso por obligación. Acuña tuvo que abandonar el campo con problemas físicos y en su lugar entró Pedrosa, que reapareció hoy tras perderse los últimos tres partidos.
El Villarreal ya empezaba a acumular ocasiones suficientes para superar a Nyland pero la puntería no estaba de su lado. Quique Flores volvió a mover el árbol e introdujo a Jordán y Lukébakio por Ocampos y Suso. Un cambio que trajo polémica por los gestos del argentino al ser sustituido y que no gustaron en el banquillo del Villarreal, que le costaron la amarilla a Pepe Reina por encararse y empujar al jugador hispalense.
Tanto fue el cántaro a la fuente que al final los de Marcelino acabaron empatando el partido. Terrats puso con comodidad un centro al punto de penalti donde Mosquera se incorporó desde la defensa y remató sólo. El Sevilla FC despertó inmediatamente tras el tanto y el asedio se trasladó al área de Jörgensen. Primero el palo le negó el hat-trick a En-Nesyri tras un remate de cabeza y posteriormente Lukébakio obligó al meta sueco a estirarse.
En la recta final, el VAR salvó a Díaz de Mera que tomó dos decisiones erróneas. Primero, el colegiado había indicado la pena máxima por mano del Villarreal pero en las imágenes se vio claro que quien la había tocado con su mano había sido Agoumé. Esta decisión volvió a echar atrás a los hispalenses. Ya en el descuento Terrats marcó de córner pero claramente en fuera de juego, el cual no vio el linier y tuvo que ser el VAR quien cambiase la decisión.
El que si que no fue anulado para la decepción de la hinchada visitante fue el gol de Sorloth en la última jugada del encuentro. El noruego volvió a imponerse con un remate de cabeza a toda la defensa sevillista y desatar la locura de La Cerámica que alarga una semana más su esperanza de estar en Europa. El Sevilla FC protestó una falta de Sorloth sobre Kike Salas en el salto pero ni Díaz de Mera ni el VAR vieron infracción.