Ganan las pérdidas

Joaquín Adorna hace 1 año 298
Tan sólo cinco clubes, y entre ellos no está el Sevilla FC, presentan un balance positivo de sus cuentas a 30 de junio de 2022. BeSoccer Pro

El Sevilla está como casi todos los clubes de Primera división, en pérdidas. No hay dinero. Y no es que la inflación afecte al mundo del fútbol, siempre sobrevalorado. Pero al cierre del ejercicio 2021-22, sólo cinco clubes presentan un balance positivo. Lógico que casi nadie fiche

Los balances deportivos, por más que los clubes insistan para quitarse presión en que se hagan al final de temporada, llegan después de cada partido. El Sevilla FC, instalado en la grandeza, se va acostumbrado a que cada derrota implica una crisis. Cuatro crisis, cuatro derrotas, atravesó la pasada temporada.

Pero para crisis, la económica. Y en este apartado los balances sí se hacen cuando concluye el mes de junio. Sólo cinco equipos se salvan de la quema: Madrid, Granada, Osasuna, Elche y Cádiz. El resto vive por encima de sus posibilidades, gasta más que ingresa.

La tendencia no es nueva, en absoluto. Al fútbol ya se le sanearon las pérdidas en la reconversión de los clubes en Sociedades Anónimas. Pero ahora hay una patronal, LaLiga, que los vigila. Y un fair play financiero que impone la UEFA que ha metido el miedo en el cuerpo a los ligeros de cartera.

La pandemia ha dejado secuelas, mucho menos importantes que el dolor ante las miles de pérdidas humanas causadas por la pésima gestión de nuestro Gobierno. Pero una temporada, y coletazos en la segunda, sin el negocio fútbol rodando a pleno ritmo, ha dejado muy tocados los pulmones que daban el oxígeno financiero a los clubes.

Pese a la Champions, sin dinero para fichar

Para que se hagan una idea, les doy un dato. Aseguran algunos representantes de jugadores que el Villarreal, tras haber alcanzado las semifinales de la UEFA Champions League, sólo busca para reforzarse para la temporada 2022-23 a un delantero que tenga la carta de libertad. No volver a jugar la Champions, lo hará en la Conference League, le obliga a reducir masa salarial y a seguir la moda: fichar agentes libres o futbolistas con un último año de contrato para negociar a la baja con los equipos propietarios de sus derechos.

Hay datos igualmente alarmantes. Lo del Barcelona clama al cielo. Debe unos 160 millones de euros, que espera enjugar con las famosas palancas económicas. Un rico arruinado. Ahora bien, no todos los pobres pertenecen a la misma clase. Al Barça le falta dinero, pero le sobra poder.

Tiene varios factores que le permiten continuar en su huida hacia un abismo que nunca llega. Capacidad para seguir endeudándose. Herramientas para poder hacerlo. Y la aquiescencia de quien juzga a unos u otros con distinta vara de medir: el presidente de LaLiga, Javier Tebas.

¿Habría dejado Tebas vender el 10% de los derechos de televisión para los próximos 25 años a un club menos poderoso que el Barça? Seguramente no, entre otras razones porque ya los vendió Tebas al fondo de inversión CVC Capital Partners, en un acuerdo aprobado en la Asamblea de clubes con el Madrid, el Athletic y el propio Barça en contra.

A Tebas le interesa ser flexible

Se intuye que la flexibilidad en el control de los gastos se hará extensiva y que se ampliarán plazos para que todos practiquen la misma ‘magia’ financiera que está poniendo en práctica el Barça. Porque a Tebas no le interesa que continúe la fuga de talentos. Se fueron Messi y Cristiano, y pueden seguir marchándose futbolistas diferentes que son los que realmente facilitan la venta millonaria de los derechos de televisión.

Tan grave como la situación del Barça es la del Valencia. Le urge vender a Soler, Gayá o Guedes para no presentar unas pérdidas de casi 70 millones de euros. Si incumple el fair play financiero se quedarían bloqueadas sus opciones para fichar. El Atlético de Madrid también busca 45 millones de euros para cuadrar sus cuentas; el Betis, unos 25 ‘kilos’; y el Sevilla entre 25 y 30 millones, aunque las ventas de Diego Carlos y Pozo han servido para frenar la urgencia en el balance presupuestario.

Arriesgó el Sevilla en enero fichando a Martial y Tecatito, veía opciones de hacer algo grande en LaLiga, y ahora toca echar el freno. Jugar la Champions de nuevo es un alivio y, tras ajustar las cuentas finales con fondos propios, llegarán la venta de Koundé (puede ser inminente); la salida (traspasos o cesiones) de los jugadores que no cuentan para Julen Lopetegui; y los fichajes (sin locuras y ajustados a una masa salarial que aún está por encima de sus posibilidades) que mantengan el nivel competitivo del plantel. No busquen más que no hay y, de donde no hay, no se puede sacar.

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Jules Koundé