Salvar al soldado Saúl

Bartolomé Franco Rodríguez hace 1 mes 421
El centrocampista del Atlético de Madrid, Saúl Ñiguez, a la finalización del encuentro correspondiente a la fase de grupos de la Liga de Campeones que han disputado hoy miércoles frente al Bayer Leverkusen en el estadio Metropolitano. EFE

El Sevilla FC busca recuperar la mejor versión del centrocampista español tras varias temporadas donde su rendimiento ha bajado drásticamente y se ha visto relegado al banquillo y a posiciones que no le beneficiaban.

García Pimienta ya cuenta con hasta cuatro caras nuevas para la temporada 2024-25. Saúl Ñíguez ha sido el último en sumarse a las filas del Sevilla FC procedente del Atlético de Madrid. Finalmente la operación se ha cerrado en una cesión de un año, la cual el conjunto hispalense puede prorrogar de forma unilateral la próxima temporada. En Nervión sólo se harán cargo de los tres millones de euros que acordaron con el futbolista y esperan poder recuperarlo para la causa.

Saúl ha sido uno de los pilares del Atlético de Madrid de la última década. Desde que regresó de su cesión al Rayo Vallecano en el curso 2013-14, ha disputado siempre más de 35 partidos, a excepción de cuando estuvo a préstamo en el Chelsea. Su pico de rendimiento llegó entre las temporadas 2015-16 y 2019-20. El español no sólo ofrecía unas grandes prestaciones sino que demostraba un grado de confianza que en los últimos tiempos ha perdido. 

Entre las cualidades que le hicieron brillar en la capital de España están el disparo desde fuera del área y la capacidad de romper líneas con conducción. Por supuesto y como no puede ser de otra manera a las órdenes del Cholo Simeone, también destacaba por su sacrificio defensivo. Esos grandes momentos llegaron desde el puesto del interior izquierdo e incluso como mediocentro con mayor libertad. 

Fue justamente el año en el que el Atlético de Madrid ganó su última liga cuando todo empezó a torcerse. Las necesidades de la plantilla hizo que el técnico argentino cambiase el esquema a una línea de tres en defensa en gran parte de los partidos y dejase atrás el tradicional 4-4-2. Saúl ya no lo jugaba todo en el centro del campo y se vio en más de un encuentro jugando en el carril izquierdo. Una posición que le dejaba muy lejos de su área de influencia, más si cabe cuando el juego de aquel equipo se volcaba por la derecha con Trippier y Marcos Llorente. 

Fue tan complicado ese año que acabó saliendo cedido al Chelsea el siguiente curso. Tuchel volvería a cometer el mismo error, reduciendo su rol al de carrilero izquierdo en los pocos partidos que disputó, únicamente cinco como titular en la Premier League. El regreso al Atlético de Madrid no cambió nada y en estos dos últimos años el nivel de confianza de Saúl tocó fondo, concretamente en los octavos de final de Champions League cuando falló su penalti en la tanda ante el Inter de Milán. A pesar de que su equipo acabó avanzando de ronda, el ilicitano se abrió a través de sus redes para hablar del momento que estaba viviendo. 

"Sinceramente es difícil para mi escribir en estos momentos, pero igual que escribo en las buenas hay que hacerlo en las malas. Es un momento de mierda para mi a nivel deportivo, y soy consciente… Acepto todas las críticas y no solo por el penalti de hoy sino por cómo estoy en estos momentos. Exactamente no sé qué es, pero lo único que me han enseñado es a seguir trabajando en las buenas y en las malas, hasta conseguir cambiar la situación" publicó en su cuenta de X. 

Parecía que en la recta final de esta temporada tenía un momento de resurgir cuando anotó el gol de la victoria ante el Villarreal en un partido clave para que el Atleti se metiera en Champions League. Aquello fue un espejismo y se siguió viendo al mismo Saúl. Para colmo fue expulsado en el último partido de liga por una doble amarilla, en el que ahora sabemos que puede haber sido su último partido como colchonero. 

En Nervión están confiados de que devolviéndolo a su posición pueden recuperar gran parte del jugador que atrajo el interés de grandes de Europa. El primer objetivo no debe ser otro que mimarle desde el primer día para que vuelva a ser él. En sus estadísticas podemos apreciar que aunque estos años ha seguido aportando goles y asistencias es en otros aspectos del juego donde ha dejado de sumar y muchos de ellos ligados a la confianza. 

En la última temporada sólo ha tenido un 14,94% de éxito en las progresiones de balón, una cifra muy alejada del 54,91% que tuvo en sus mejores años. Igual le ha pasado a la hora de atreverse a la hora de sacar a relucir su gran zurda con disparos desde fuera del área. Incluso ha reducido considerablemente sus datos defensivos en cuanto a recuperaciones.

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