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Sevilla FC
A la tercera fue a la vencida. Después de varios intentos fallidos, con un intercambio de reproches entre los directores deportivos de ambos clubes incluido, Rubén Baraja y Rafa Mir volverán a encontrarse. El delantero cartagenero vuelve a la que fue su casa en calidad de cedido con una opción de compra de cinco millones de euros, en una operación en la que el equipo che asumirá su salario y el Sevilla FC se hará cargo de la amortización anual.
Rafa Mir llegó al club hispalense en el verano de 2021 procedente del Wolverhampton y firmó por seis temporadas con la entidad sevillana, hasta 2027. El futbolista llegaba a Sevilla después de cuajar una buena campaña en la SD Huesca y de convertirse en héroe en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde anotó un hat-trick que metió a la selección española en semifinales. No obstante, tras su llegada, su rendimiento en el equipo andaluz ha ido de más a menos. En su primera temporada en Sevilla, se convirtió en el máximo goleador del equipo con 12 tantos, un contexto que se aleja con creces de este último curso.
Las cosas se empezaron a torcer en el inicio de su tercera campaña como sevillista. En el último mercado estival, el Valencia llamó a la puerta del Sevilla FC para hacerse con los servicios del delantero, pero fue una operación que no se llegó a concretar. Durante los primeros meses de competición, Rafa Mir apenas tuvo protagonismo y volvió a mirar hacia la capital valenciana en busca de minutos. Los deseos del futbolista estuvieron cerca de cumplirse en el mercado invernal, cuando el Valencia volvió a la carga a por el jugador tras la insistencia de Rubén Baraja. Sin embargo, nada salió como esperaba. Más bien, todo se torció.
A pesar de tener sobre la mesa otras ofertas, el atacante sólo tenía ojos para el club che. En ese segundo intento por recalar en el equipo valencianista, hubo continuos tira y afloja entre ambos clubes y, cuando parecía que las negociaciones comenzaban a llegar a buen puerto, el acuerdo se rompió. Incluso el propio jugador acudió al Ramón Sánchez-Pizjuán para tratar de solventar la situación, aunque sus esfuerzos fueron en vano.
Desde entonces, Rafa Mir ha vivido una temporada “llena de impotencia”, con continuos enfrentamientos con la afición, sin disputar un solo minuto con Quique Sánchez Flores desde finales de enero y quedándose al margen de las convocatorias ligueras por las decisiones técnicas del que fuera su entrenador, por lo que este curso sólo suma 696 minutos repartidos en 22 encuentros, en los que ha anotado tres goles y ha dado una asistencia.
El delantero ha querido despedirse de la afición blanquirroja a través de una publicación en su Instagram, en la que reconoce que se marcha con el corazón dividido: "Estoy muy feliz por jugar en el club que me dio la oportunidad de ser profesional y por otro me apena terminar así un proyecto que inicié con toda la ilusión del mundo, pero el fútbol es así". Además de agradecer el apoyo recibido y de reconocer que se marcha "con la conciencia tranquila", ha deseado que "el club vuelva al lugar que su historia y su gente merece".
Así, Rafa Mir pondrá un punto y aparte en su estancia en Sevilla, un respiro más que necesario tanto para el club -en lo que al aspecto económico se refiere- como para el futbolista, que tendrá una nueva oportunidad de olvidar esta última temporada y volver a empezar.